Afección. La capa de hielo que existía en la cima y actuaba como coraza se está derritiendo
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La Razón
El interior socavado del Cerro Rico de Potosí está perdiendo la capa de hielo que había actuado como una especie de coraza. Las temperaturas inusualmente elevadas del último tiempo le afectan de manera indirecta, según datos de Comibol.
Este factor agrava los estructurales que ponen en riesgo la estabilidad del cerro emblemático, declarado Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad. Una estabilidad que el pasado miércoles mostró su precariedad con la profundización de un cráter que tiene ya 17 metros de diámetro y 18 de profundidad.
El personal de la Corporación Minera de Bolivia iniciará el próximo miércoles los trabajos de reforzamiento y relleno del sifonamiento que afecta una parte de la cima del Cerro Rico.
En el área aquejada existen socavones abandonados, producto de la larga explotación minera, explicó el gerente regional de Comibol, Gabriel Arancibia.
Una forma de protección era la cubierta de hielo presente en la cima. El incremento de las temperaturas estaría produciendo un deshielo y la evaporación del agua, lo que acelera el desprendimiento de rocas y tierra.
“En estos momentos estamos monitoreando el cráter para asegurarnos de que no se amplíe”, dijo Arancibia, e indicó que hasta la tarde de ayer no se había detectado ningún cambio.
El miércoles 19 de enero se reportó que se produjo un nuevo hundimiento en el boquete ubicado en la cima del Cerro Rico.
Según Arancibia, “el hundimiento no es tan alarmante”, pese a la magnitud que revelan las fotografías. Aclaró que en la zona nadie trabaja, “todas las operaciones comienzan 300 metros más abajo”.
Según la Comibol, el boquete ya existía antes de los sucesos del miércoles y tenía un diámetro de 14 metros y una profundidad de 11.
Aún deben determinarse las causas de la ampliación del accidente. A la citada de carácter medio ambiental, según las autoridades, hay que mencionar a las lluvias que cayeron los pasados días. Arancibia considera, sin embargo, que la principal causa se encuentra bajo tierra, en las galerías abiertas por la explotación del cerro. “Hay que considerar que entre 1915 y 1985 los empresarios privados explotaron los yacimientos de forma masiva y descontrolada. Se calcula que sacaron 700 mil toneladas de mineral durante esa época, debilitando el terreno”.
El Ministerio de Culturas ha pedido un informe técnico para evaluar la situación y tomar las medidas necesarias, informó el jefe de la unidad de monumentos, Freddy Riveros. “Tenemos que saber exactamente qué es lo que ha sucedido para poder determinar qué camino vamos a tomar”.
Sin embargo, Rivero reconoció que el problema sobrepasa la jurisdicción de esta cartera, ya que “existe una problemática social que no podemos ignorar. Muchas personas trabajan allí”.
El Gobierno destacó una misión de evaluación, reportó ABI. El viceministro de Minería y Metalurgia, Héctor Córdova, dijo que la misión primaria es “identificar qué es lo que se puede hacer”. El año pasado, el Ministerio de Culturas solicitó la realización de un estudio técnico del estado del Cerro Rico de Potosí. El informe, se dijo, está en las últimas etapas de elaboración.
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