El almacenamiento geológico de CO2 es una alternativa para dar una salida sostenible a los millones de toneladas de este gas de efecto invernadero que la actividad humana genera. Además, y paralelamente al macroproyecto de captura y almacenamiento que capitanea la Fundación Ciudad de la Energía para establecer plantas de carácter experimental en este tipo de tecnología incipiente, otras investigaciones científicas tratan de resolver las dudas que existen en esta innovadora solución. Investigadores del campus de Ponferrada de la Universidad de León y del Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) han desarrollado una metodología para evaluar la capacidad de almacenamiento de CO2 en profundidad.
ENVIADO POR: ECOTICIAS.COM / RED / AGENCIAS, 12/01/2011, 11:00 H |
El grupo de investigación GI202 de la Universidad de León y el Ciemat colaboran desde 2005 en el proyecto Ciemat-El Bierzo, una iniciativa por la que la secretaría de Estado de Universidades e Investigación del Ministerio de Educación y Ciencia encargó a este organismo público de investigación un laboratorio de tecnologías avanzadas para la investigación energética derivada del uso del carbón y la utilización más limpia de los combustibles fósiles. La colaboración fructificó en la presentación de una tesis doctoral titulada Metodología para la estimación regional de la capacidad de almacenamiento de CO2 en formaciones permeables profundas y sus incertidumbres, a cargo de Antonio Hurtado. Castilla y León se articula en su mayor parte en la cuenca del río Duero, un contexto idóneo para el almacenamiento de CO2 debido a geotectónico su relleno sedimentario y a la casi nula actividad sísmica.
En la tesis se ha desarrollado una metodología para estimar si un territorio en concreto está capacitado para capturar CO2. De forma general, el almacenamiento geológico de CO2 se plantea en formaciones muy permeables y profundas (en torno a los 500 metros en el subsuelo). A su vez, estos espacios deben estar recubiertos por niveles geológicos impermeables, lo que se denomina roca sello, que impida la salida del gas depositado. En esencia, este sistema de secuestro del dióxido de carbono es una analogía de cómo la naturaleza ha conservado en el subsuelo los yacimientos de gas natural o petróleo: un espacio poroso que acoja el gas y una roca superior que impida su filtración a capas superiores. La metodología se ha validado en esta cuenca. Para realizar el estudio, el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) facilitó el acceso a sus archivos documentales.
La metodología está basada en un concepto denominado 'propagación de las incertidumbres' y en la aplicación de un sistema de información geográfica como herramienta para la captura, almacenamiento, gestión y presentación de datos en mapas. La incertidumbre es el margen de error de una medida y sirve para establecer una horquilla en la que se calcula que está el valor correcto que se está midiendo. Aquí, las incertidumbres analizadas son: los modelos digitales del terreno de la capa topográfica y de las superficies limitantes de la formación geológica; las incertidumbres asociadas a los parámetros de porosidad y al factor de eficiencia regional de almacenamiento, los modelos asociados al comportamiento termodinámico de dióxido de carbono, modelos de cálculo que introducen la densidad del CO2 a través de la relación con la profundidad y la descripción del comportamiento termodinámico del CO2 en las condiciones de almacenamiento geológico.
Esta metodología, según publica la revista científica argentina Sustentabilidad, "al sistematizar el proceso del cálculo de las capacidades y realizar una estimación coherente de las incertidumbres asociadas, puede resultar de gran interés tanto para aquéllos que deben desarrollar actividades relacionadas directamente con el almacenamiento desde un punto de vista exclusivamente operacional, como para los responsables del desarrollo de políticas y planes de acción o posibles reguladores de la materia". Antonio Hurtado es ingeniero superior de minas por la Universidad Politécnica de Madrid e investigador en el Ciemat en el análisis de los riesgos asociados al almacenamiento de CO2 y en la selección, caracterización y estimación de la capacidad de las formaciones geológicas para almacenar CO2.
En la tesis se ha desarrollado una metodología para estimar si un territorio en concreto está capacitado para capturar CO2. De forma general, el almacenamiento geológico de CO2 se plantea en formaciones muy permeables y profundas (en torno a los 500 metros en el subsuelo). A su vez, estos espacios deben estar recubiertos por niveles geológicos impermeables, lo que se denomina roca sello, que impida la salida del gas depositado. En esencia, este sistema de secuestro del dióxido de carbono es una analogía de cómo la naturaleza ha conservado en el subsuelo los yacimientos de gas natural o petróleo: un espacio poroso que acoja el gas y una roca superior que impida su filtración a capas superiores. La metodología se ha validado en esta cuenca. Para realizar el estudio, el Instituto Geológico y Minero de España (IGME) facilitó el acceso a sus archivos documentales.
La metodología está basada en un concepto denominado 'propagación de las incertidumbres' y en la aplicación de un sistema de información geográfica como herramienta para la captura, almacenamiento, gestión y presentación de datos en mapas. La incertidumbre es el margen de error de una medida y sirve para establecer una horquilla en la que se calcula que está el valor correcto que se está midiendo. Aquí, las incertidumbres analizadas son: los modelos digitales del terreno de la capa topográfica y de las superficies limitantes de la formación geológica; las incertidumbres asociadas a los parámetros de porosidad y al factor de eficiencia regional de almacenamiento, los modelos asociados al comportamiento termodinámico de dióxido de carbono, modelos de cálculo que introducen la densidad del CO2 a través de la relación con la profundidad y la descripción del comportamiento termodinámico del CO2 en las condiciones de almacenamiento geológico.
Esta metodología, según publica la revista científica argentina Sustentabilidad, "al sistematizar el proceso del cálculo de las capacidades y realizar una estimación coherente de las incertidumbres asociadas, puede resultar de gran interés tanto para aquéllos que deben desarrollar actividades relacionadas directamente con el almacenamiento desde un punto de vista exclusivamente operacional, como para los responsables del desarrollo de políticas y planes de acción o posibles reguladores de la materia". Antonio Hurtado es ingeniero superior de minas por la Universidad Politécnica de Madrid e investigador en el Ciemat en el análisis de los riesgos asociados al almacenamiento de CO2 y en la selección, caracterización y estimación de la capacidad de las formaciones geológicas para almacenar CO2.
http://www.ecoticias.com/co2/40057/noticias-medio-ambiente-medioambiente-medioambiental-ambiental-definicion-contaminacion-cambio-climatico-calentamiento-global-ecologia-ecosistema-impacto-politica-gestion-legislacion-educacion-responsabilidad
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