- Los maquinistas de Lovaina (Flandes) también se han sumado a la huelga
- Una de las hipótesis de las causas es que un tren no respetara un semáforo en rojo
Varios maquinistas de la compañía estatal de ferrocarriles belga --SNCB-- iniciaron una huelga improvisada para denunciar los riesgos que asumen a causa del empeoramiento de sus condiciones laborales y que podrían provocar accidentes como el de este lunes, que dejó 18 muertos y decenas de heridos graves por un choque de trenes en la periferia de Bruselas.
Los sindicatos niegan haber convocado el paro de este martes y apuntan que ha sido una huelga "espontánea" tras la catástrofe del lunes en la localidad flamenca de Halle (suroeste de la capital europea). La huelga afecta fundamentalmente a la región de Valonia, pero también se han sumado los maquinistas de Lovaina (Flandes).
Un portavoz de SNCB, Michaël Vanloubbeeck, confirmó a los medios locales el paro y argumentó que los conductores de trenes están "muy afectados" por el accidente, en el que también murió uno de sus compañeros.
Mientras, los equipos de rescate retomaron en la mañana del martes las labores de búsqueda de víctimas entre los restos de los dos convoyes afectados y se amplió el cordón de seguridad del lugar del siniestro para investigar las causas del siniestro.
Una de las principales hipótesis, revelada por el gobernador de la provincia del Brabante flamenco,Lodewejk de Witte, es que uno de los dos trenes "probablemente no respetó un semáforo en rojo" y colisionó frontalmente con el segundo tren. También se especula con un fallo eléctrico en la señalización provocado por las bajas temperaturas.
Por su parte, un representante de la empresa que gestiona el tráfico ferroviario (Infrabel), Luc Lallemand, declaró en una entrevista a una emisora de radio que si los dos trenes hubiesen contado con un "sistema de frenos automático", el nivel de seguridad "hubiera mejorado"
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