Situada en una pequeña isla en el mar de Chukchi, al norte del Estrecho de Bering, la aldea Shishmaref ha perdido tanto terreno en los últimos años que se ha convertido en el caso de estudio más famoso de las consecuencias del cambio climático. Sus no más de 600 habitantes han visto cómo el agua ha cubierto gran parte de sus playas y la manera en que -literalmente- ha comenzado a tragarse sus casas y los almacenes cercanos a la costa. Deben mudarse a unos 22 kilómetros del lugar, pero están teniendo dificultades para conseguir financiamiento. ¿Lograrán salvar la aldea de los embates del mar helado?
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Cuando leemos sobre las consecuencias del cambio climático generalmente pensamos en que se trata de un problema que podría afectarnos dentro de muchos años. Pero la realidad es muy distinta. Existen, distribuidas por todo el planeta, una gran cantidad de poblaciones para las que el problema es inmediato. De hecho, algunas islas ya han sido superadas por el nivel del mar, y otras están a punto de sufrir el mismo destino. Uno de los pueblos más representativos de este fenómeno posiblemente sea Shishmaref, una pequeña aldea que cuenta con unos 600 habitantes -los inupiat- que se encuentra en una pequeña isla en el mar de Chukchi, al norte del Estrecho de Bering, en el territorio de Alaska. Los inupiat contemplan cada mañana cómo el mar va tragándose las casas del pueblo en el que se asentaron hace casi 4.000 años.
En Alaska, el cambio climático es evidente. La temperatura de la región ha aumentado entre 2 y 3,5 grados centígrados desde 1974. Esto provoca que el hielo del Océano Ártico disminuya en extensión y grosor, a la vez que los incendios descontrolados son cada vez más frecuentes. La capa de tierra congelada -el permafrost- es cada vez más delgada. Estos fenómenos medioambientales, provocados por el calentamiento global, están provocando una crisis humanitaria entre las varias comunidades indígenas de Alaska, que han habitado la zona durante milenios. Algunas de ellas, como Shishmaref, Kivalina, Shaktoolik y Newton, deberían ser reubicadas inmediatamente, pero no son las únicas. Según los científicos, al menos otros 184 pueblos tienen el mismo problema que Shishmaref. Y eso sólo en Alaska. Las poblaciones costeras del Ártico sufren las consecuencias de la desaparición del hielo oceánico y el crecimiento del nivel del mar, fenómenos que están provocando que las mareas sean mayores y erosionen las tierras sobre las que están situadas.
Los estudios medioambientales indican que Shishmaref podría quedar sumergida en los próximos 15 años. Los glaciares e icebergs que rodeaban la isla, y que de alguna manera servían para amortiguar los efectos de las tormentas más fuertes, se han derretido debido al calentamiento global. Deborah Williams, de Soluciones de Conservación de Alaska dice que “antes solía traer a la gente a este sitio para ver el glaciar; ahora los traigo aquí para no ver el glaciar”. Para evitar que sean tragados por el mar, los pobladores deben mudar su aldea a tierra firme, a un lugar conocido como Tin Creek, recorriendo un trayecto de unos 22 kilómetros. Las casas de madera, un tipo de construcción muy común en Alaska pueden cargarse en remolques especiales y transportarse hasta la nueva ubicación. Por supuesto, todo esto cuesta dinero. El pueblo ha recibido unos 5 millones de dólares para iniciar la mudanza, pero se calcula que necesitan aproximadamente 180 millones para completar el traslado. Los inupiat dudan que la administración vaya a concederles el total de dinero que necesitan, algo indispensable para poder costear no solo el traslado de sus casas, sino también el de la escuela y la central eléctrica.
"Quedarse aquí significa poner en riesgo nuestras vidas, y al final, hemos decidido que es más importante seguir con vida que mantener nuestra cultura y nuestro estilo de vida", explica Tony Weyiouanna, un viejo habitante de Shishmaref. A la hora de tomar la decisión de mudarse, solo 20 pobladores votaron en contra. El director Jan Louter ha filmado un documental sobre este problema, titulado “The last days of Shishmaref” (“Los últimos días de Shishmaref”) que no deberías dejar de ver. La solución al drama de los inupiat y todos los habitantes de pueblos costeros que están siendo invadidos por las aguas debe ser de fondo. La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, por ejemplo, no pueden postergarse más. Si no, algún día todos seremos inupiat. ¿Qué opinas?
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