sábado 2 de enero de 2010
Adicciones en el trabajo
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La dependencia de ciertas sustancias constituye, en sí misma, un riesgo para cualquier persona. Pero en el ámbito laboral puede afectar directamente a terceros. Infobae.com consultó a los especialistas.
Toda adicción es una problemática que afecta distintos estratos de la sociedad. Una persona adicta expresa su dependencia en todos los aspectos de la vida, y el ámbito laboral no está exento de esto. Pero el peligro radica en que, en ciertos trabajos, la disminución de las capacidades afecta seriamente no sólo al empleado sino también a otras personas del entorno o incluso a verdaderos desconocidos.
Consultado por Infobae.com, el jefe del Servicio de Toxicología del Hospital de Clínicas, Eduardo Scarlato*, afirmó que “al igual que en otros ámbitos de la sociedad, no existe una fórmula única para descubrir en el trabajo a una persona adicta”. Esto se debe a que existen estimulantes que están “socialmente aceptados”, siempre bajo ciertos parámetros (la edad, la periodicidad y la situación específica), como el cigarrillo o el alcohol.
Dentro de las drogas de curso “legal” están los psicofármacos, como por ejemplo los ansiolíticos. Según Scarlato, su consumo “es importante en el ámbito laboral, y sucede que no suele ser tenido en cuenta por los compañeros” como peligroso. Muchas personas dependen de ellos en forma crónica, y por lo general se automedican. “Se muestran nerviosos, no duermen si no las tienen. Pero es difícil ver en ellos a un adicto”, agregó el especialista.
El trabajo, ¿empuja a la adicción?
En principio, Scarlato afirmó que debe distinguirse entre lo que es el uso de una determinada sustancia de lo que son el abuso y la dependencia.
“El uso – explicó – se da cuando hay un estímulo determinado, por ejemplo, la ingesta de algún psicofármaco para poder mantenerse toda una noche despierto antes de dar un examen”. En tanto, se incurre en abuso “cuando, ante la misma situación, se consumen dos o más sustancias, o cuando se toma la misma frente distintos estímulos”. “La dependencia –finalizó- se da cuando el consumo no necesita de un estímulo externo, sino que el organismo y la psiquis lo piden”.
Teniendo en cuenta esta diferencia, y la consecuente posibilidad de que existan distintos tipos de adictos, se pueden enumerar las circunstancias que empujan al consumo dentro del ámbito laboral. Por ejemplo, la presión que ejercen los jefes, la necesidad de mantenerse más horas despierto o el incentivo de la creatividad. “El problema –marcó Scarlato- es que el efecto acompaña al trabajador a todas partes”, incluso fuera de la empresa.
Y, obviamente, los mayores inconvenientes se generan cuando el adicto realiza trabajos que involucran a terceros o podrían dañarlos en caso de accidente, “como conducir un colectivo o manejar una grúa”, señaló el especialista.
Cómo ayudar a un compañero de trabajo adicto
“Al igual que en cualquier ámbito de nuestra sociedad, los congéneres deben tener un compromiso social con el enfermo”, afirmó Scarlato. En ese sentido, recomendó tanto la ayuda profesional como la contención social (brindada por la familia, el entorno, los grupos de autoayuda, etcétera).
Por otra parte, es más factible que las empresas que cuentan con un Departamento de Medicina Laboral o un área semejante sean las que estén más preparadas para descubrir este tipo de patologías. Sin embargo, también hay otras formas de dar con la adicción. “Puede ser que sea el propio trabajador el que se acerque al médico, como también puede pasar que la compañía detecte la problemática e intente ayudar”, señaló el especialista.
De todas formas, siempre hay que recordar que las autoridades de toda empresa son las responsables no sólo de lo estrictamente laboral sino también de bregar por la salud de sus propios empleados.
Eduardo Scarlato es médico, jefe del Servicio de Toxicología del Hospital de Clínicas, y docente titular a cargo de la Tercera Cátedra de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
Por Bárbara Roesler Infobae.com
Fuente: www.infobae.com
Fuente: http://redproteger.com.ar/safetyblog/?p=1202
Toda adicción es una problemática que afecta distintos estratos de la sociedad. Una persona adicta expresa su dependencia en todos los aspectos de la vida, y el ámbito laboral no está exento de esto. Pero el peligro radica en que, en ciertos trabajos, la disminución de las capacidades afecta seriamente no sólo al empleado sino también a otras personas del entorno o incluso a verdaderos desconocidos.
Consultado por Infobae.com, el jefe del Servicio de Toxicología del Hospital de Clínicas, Eduardo Scarlato*, afirmó que “al igual que en otros ámbitos de la sociedad, no existe una fórmula única para descubrir en el trabajo a una persona adicta”. Esto se debe a que existen estimulantes que están “socialmente aceptados”, siempre bajo ciertos parámetros (la edad, la periodicidad y la situación específica), como el cigarrillo o el alcohol.
Dentro de las drogas de curso “legal” están los psicofármacos, como por ejemplo los ansiolíticos. Según Scarlato, su consumo “es importante en el ámbito laboral, y sucede que no suele ser tenido en cuenta por los compañeros” como peligroso. Muchas personas dependen de ellos en forma crónica, y por lo general se automedican. “Se muestran nerviosos, no duermen si no las tienen. Pero es difícil ver en ellos a un adicto”, agregó el especialista.
El trabajo, ¿empuja a la adicción?
En principio, Scarlato afirmó que debe distinguirse entre lo que es el uso de una determinada sustancia de lo que son el abuso y la dependencia.
“El uso – explicó – se da cuando hay un estímulo determinado, por ejemplo, la ingesta de algún psicofármaco para poder mantenerse toda una noche despierto antes de dar un examen”. En tanto, se incurre en abuso “cuando, ante la misma situación, se consumen dos o más sustancias, o cuando se toma la misma frente distintos estímulos”. “La dependencia –finalizó- se da cuando el consumo no necesita de un estímulo externo, sino que el organismo y la psiquis lo piden”.
Teniendo en cuenta esta diferencia, y la consecuente posibilidad de que existan distintos tipos de adictos, se pueden enumerar las circunstancias que empujan al consumo dentro del ámbito laboral. Por ejemplo, la presión que ejercen los jefes, la necesidad de mantenerse más horas despierto o el incentivo de la creatividad. “El problema –marcó Scarlato- es que el efecto acompaña al trabajador a todas partes”, incluso fuera de la empresa.
Y, obviamente, los mayores inconvenientes se generan cuando el adicto realiza trabajos que involucran a terceros o podrían dañarlos en caso de accidente, “como conducir un colectivo o manejar una grúa”, señaló el especialista.
Cómo ayudar a un compañero de trabajo adicto
“Al igual que en cualquier ámbito de nuestra sociedad, los congéneres deben tener un compromiso social con el enfermo”, afirmó Scarlato. En ese sentido, recomendó tanto la ayuda profesional como la contención social (brindada por la familia, el entorno, los grupos de autoayuda, etcétera).
Por otra parte, es más factible que las empresas que cuentan con un Departamento de Medicina Laboral o un área semejante sean las que estén más preparadas para descubrir este tipo de patologías. Sin embargo, también hay otras formas de dar con la adicción. “Puede ser que sea el propio trabajador el que se acerque al médico, como también puede pasar que la compañía detecte la problemática e intente ayudar”, señaló el especialista.
De todas formas, siempre hay que recordar que las autoridades de toda empresa son las responsables no sólo de lo estrictamente laboral sino también de bregar por la salud de sus propios empleados.
Eduardo Scarlato es médico, jefe del Servicio de Toxicología del Hospital de Clínicas, y docente titular a cargo de la Tercera Cátedra de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
Por Bárbara Roesler Infobae.com
Fuente: www.infobae.com
Fuente: http://redproteger.com.ar/safetyblog/?p=1202
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