El estudio pretende demostrar que hábitos saludables en relación al sueño, el consumo de tabaco y alcohol, la dieta y el ejercicio reducen las paradas respiratorias
13.01.10 - 02:33 -
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Un grupo de investigadores de la Facultad de Psicología de Granada ha puesto en marcha un estudio para demostrar que los hábitos de vida saludables pueden mejorar el estado de los enfermos de apnea obstructiva del sueño. Este trastorno, que padece uno de cada veinte adultos, se caracteriza por las sucesivas interrupciones de la respiración a lo largo de la noche. Los afectados sufren graves problemas de salud asociados: por un lado, no descansan bien y son más propensos a los accidentes; por otro, padecen alteraciones respiratorias, vasculares y cardiacas que acortan su vida. A lo largo de tres meses, los cincuenta pacientes reclutados hasta ahora acudirán en grupos reducidos a sesiones semanales de hora y media de duración en diferentes módulos: higiene del sueño, dieta y ejercicio y, sólo para los consumidores de estas sustancias, tabaco y alcohol.
El profesor del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico Raúl Quevedo-Blasco, coordinador del programa, explicó que el objetivo es reducir el índice de apnea-hipopnea, que refleja el número de paradas y semiparadas respiratorias por hora: el diagnóstico de apnea se produce a partir de 10, pero puede llegar a cientos en casos severos. Por ello, el trabajo comienza con una evaluación de cada paciente, incluidas dos polisomnografías (estudio de variables físicas durante el sueño), al principio y al final del tratamiento. La comparación de los registros permitirá cuantificar la evolución de los voluntarios.
Los pacientes -hombres y mujeres de 18 a 60 años- recibirán información y recomendaciones que pueden aplicar en la vida cotidiana para mejorar su salud. Por ejemplo, en el módulo de higiene del sueño aprenderán que antes de dormir hay que evitar ver la televisión, leer, fumar y beber café o alcohol, que la postura más adecuada para descansar es de costado y que lo aconsejable es acostarse y levantarse a la misma hora.
Los psicólogos ayudarán a los pacientes a marcarse objetivos modestos pero realistas. Así, en los módulos sobre tabaco y alcohol se intentará reducir el consumo. «Si dejan de fumar o de beber sería lo ideal, pero no es la meta», apuntó Quevedo-Blasco.
En la intervención sobre alimentación y ejercicio, el propósito no es que los voluntarios luzcan una figura esbelta o se hagan adictos al gimnasio, sino que caminen más y coman mejor para perder algo de peso. Curiosamente, destacó el psicólogo, el tejido de la garganta responsable de la obstrucción de la vía aérea durante el sueño es una de las zonas más vulnerables a las dietas hipocalóricas, por lo que una reducción relativamente pequeña de la masa corporal tiene una rápida repercusión en la apnea. Además, los afectados aprenderán ejercicios específicos para mejorar su síndrome.
Autocontrol
El profesor resaltó que en estas sesiones es clave fomentar la autoconciencia y el autocontrol de los enfermos, es decir, que éstos sepan exactamente cuáles son sus conductas actuales para así poder cambiarlas. Para ello, llevarán una especie de diario con hojas de registro acerca de sus hábitos de sueño, pero también en torno a las costumbres que influyen en él (alimentación, actividad física, tabaco y alcohol...).
Raúl Quevedo-Blasco admitió que recomendar a los enfermos de apnea del sueño que pierdan peso o dejen de fumar no es ninguna novedad; lo original es ayudarles a hacerlo mediante técnicas psicológicas. «He visto informes en los que el médico le dice al paciente que tiene que adelgazar 20 kilos y dejar de fumar... pero muchos no saben cómo hacerlo», recordó.
Una vez completada la intervención psicológica y evaluados sus resultados, el equipo investigador ofrecerá a los participantes un seguimiento para ayudarles a resolver dudas, evitar recaídas y consolidar los hábitos saludables.
El estudio, dirigido por el catedrático Gualberto Buela-Casal, ha sido financiado con 111.000 euros por la Consejería de Innovación, Ciencia y Empresa de la Junta como programa de excelencia. Este proyecto se realiza en colaboración con el Servicio de Neumología del Hospital Virgen de las Nieves, del que proceden la mayoría de los voluntarios, y con la Asociación Española de Psicología Conductual.
1 comentario:
Para los casos de ronquido simple y apnea leve, una alternativa de tratamiento es el uso de los DAM dispositivos de avance mandibular como el Lirón ( http://www.liron.es ). Este tipo de tratamiento esta recomendado por los especialistas en sueño y se implanta en centros como la Clínica Velazquez, el Hospital Ruber Internacional y el Instituto de Investigaciones del sueño.
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