2011-10-11 18:42:00
México, 11 Oct. (Notimex).- El cambio climático, resultado de la transformación y sobre explotación de los recursos naturales, ha aumentado el número y la fuerza de los desastres naturales en los últimos años, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Previo al Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales, el 13 de este mes, expuso que los estragos del calentamiento global y el desequilibrio ambiental son evidentes en México desde hace varias décadas, y los peores desastres naturales comienzan a registrarse con eventos sísmicos y climáticos.
Explicó que diversos estudios en el mundo señalan que a consecuencia del cambio climático, las lluvias y las temporadas de calor se han intensificado en los años más recientes.
Fenómenos atmosférico-oceánicos conocidos como el "Niño y la Niña", que se presentan cíclicamente en períodos de dos a siete años, y sus efectos son de alcance regional y global, al transformar el estado del clima de casi toda la Tierra.
Por ejemplo, un episodio de El Niño entre 1997 y 1998 ocasionó que la temperatura en Mongolia subiera a 42 grados centígrados y las precipitaciones en el centro de Europa causaron una de las mayores inundaciones del siglo.
En México el número de huracanes de diferentes categorías aumentó en los últimos años, dejando a su paso pérdidas humanas y materiales.
En 1988 el huracán Gilberto provocó inundaciones en la parte noreste del país, así como el desbordamiento del río Santa Catarina con un saldo de 202 muertos y pérdidas por 10 billones de dólares.
Nueve años después, el huracán Paulina azotó las costas de Oaxaca y Guerrero, dejando a más de 300 mil personas sin casa, un estimado de entre 300 y 400 personas muertos, además de pérdidas económicas cercanas a los 7.5 billones de dólares, recordó el INEGI.
Para 2005 el huracán Ismael produjo olas de nueve metros en las costas mexicanas, causando destrucción y dejando graves daños.
Asimismo, Stan afectó a Oaxaca, desbordando el río Tapachula en Chiapas, arrasando dos mil 500 casas.
El recuento continúa con Tabasco que en 2007 vivió uno de los mayores desastres, luego que las lluvias torrenciales superaron la capacidad de la presa Peñitas, provocando el desbordamiento de los ríos Grijalva, Usumacinta, Carrizal y Mazcalapa, que inundaron varias zonas de la entidad.
El INEGI indicó que en 2010, las inundaciones fueron los desastres naturales más devastadores. Entre mayo y octubre se pronosticaron 14 fenómenos en Norte y Centroamérica, con más actividad para la cuenca del Atlántico como consecuencia del fenómeno de El Niño.
En ese mismo año, se registraron más de 750 fenómenos meteorológicos extremos en el planeta, lo que marcó un nuevo récord en magnitud, frecuencia y alcance.
Informes del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) refieren que el número e intensidad de los desastres ha crecido en las últimas décadas, y de acuerdo con el experto Pascal Peluzzi ningún país esta a salvo de ser afectado por un desastre natural.
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