Estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y de organizaciones conservacionistas independientes, estiman que cada año se capturan entre 100 y 150 millones de tiburones.
Los tiburones son presa de los barcos pesqueros por la creciente demanda de subproductos de tiburón (en particular sus aletas), para el mercado especialmente, los restaurantes asiáticos del mundo.
La demanda por sopa de aleta de tiburón, de cartílago para productos farmacéuticos, no sólo de la medicina tradicional china, están provocando una verdadera catástrofe ecológica para este grupo de peces.
En los últimos años, imágenes gráficas han denunciado este “aberrante” comercio de aletas de tiburón y han ayudado a aumentar la conciencia pública sobre el tema.
Fotos y vídeos suelen mostrar imágenes sombrías de los pescadores que usan el arrastre o palangre para atrapar a los tiburones por los costados de los barcos, cortar las aletas de los animales, y luego dejar que vuelva a caer en el océano (vivos) – y con una muerte segura.
Sólo un puñado de países han prohibido la práctica de “aleteo de tiburones”. De hecho, las operaciones industriales de esta actividad siguen siendo amplias en todo el mundo, como lo demuestran cientos de imágenes y videos, que aunque están al alcance de todos, la practica continua sin sanción alguna.
Solo para satisfacer su “gula” o paladar e injustamente “etiquetados” como “monstruos” o “asesinos”, con el mayor prejuicio apoyado por la industria mediática, ejecutan la más terrible masacre.
Así como nos ocupamos de los “terroristas” o “asesinos en masa”, ya causa “indignación” ver, conocer, saber y estar informado de la manera “descarada” como asesinan a los tiburones con tanta impunidad.
Las Naciones Unidas y su órgano administrativo llamado PNUMA (Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente), son “responsables” de asumir una posición que genere “acciones” efectivas en contra de este holocausto.
En las últimas décadas muchas especies de tiburones han pasado a estar al borde de la extinción debido a la sobreexplotación pesquera no sostenible, y en particular por la práctica del “aleteo” que es legal en todo el mundo.
Su población ha disminuido en algunas especies en un 90%. Este declive es más peligroso para la supervivencia de estos peces debido a las características ecológicas de los escualos que los hace muy vulnerables a su captura en masa; se trata de peces que crecen lentamente, su maduración sexual se produce al cabo de bastantes años y tienen poca descendencia.
El aleteo está provocando una catástrofe ecológica, los tiburones mueren más rápido de lo que pueden reproducirse.
Si destruimos a los tiburones a cambio de una ganancia económica a corto plazo, corremos el riesgo de tener una pérdida de proporciones inimaginables a largo plazo, la destrucción del océano y de nosotros mismos, ya que éste produce 70% del oxígeno del planeta.
Gustavo Carrasquel | ANCA 24
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