ABC/LONDRESDía 16/08/2011
El derrame de crudo, estimado en 216 toneladas, «no llegará a las costas escocesas»
El vertido de petróleo ocurrido la semana pasada en una plataforma de la empresa Shell, estimado en unas 216 toneladas, fue el mayor de los últimos diez años en el mar del Norte, según indicó ayer el Departamento de Energía y Cambio Climático.
Un portavoz de ese ministerio aseguró que el derrame, que se produjo el 10 de agosto en una plataforma marítima a 180 kilómetros de la ciudad escocesa de Aberdeen, está ya «bajo control», ha sido «reducido» considerablemente y no llegará a las costas de Escocia, informa la agencia Efe.
«Aunque pequeño en comparación con el incidente en Macondo, en el golfo de México, en nuestro contexto el vertido es substancial, aunque esperamos que desaparezca naturalmente antes de que llegue a la costa», indicó el ministerio británico. Los inspectores medioambientales del Gobierno británico están vigilando la situación y trabajan estrechamente con la petrolera Royal Dutch Shell para solucionar lo ocurrido, agregó la misma fuente. Shell, la mayor petrolera de Europa, ha estimado el derrame en 1.300 barriles, lo que equivale a 216 toneladas de crudo.
Fuga «importante»
Glenn Cayley, director técnico de exploraciones de Shell en Europa, admitió ayer que se trata de un vertido «importante» en el contexto de las cantidades anuales de crudo derramado en el mar del Norte, que en 2009 fue de 50,93 toneladas, es decir, cinco veces menor.
El grupo ecologista Greenpeace denunció la falta de transparencia por parte de la petrolera Shell, ya que esperó hasta el viernes para hacer público el accidente y se niega a desvelar cuántos barriles de crudo se están derramando diariamente al mar del Norte. La organización conservacionista RSPB aseguró que «cualquier cantidad de petróleo en el lugar y el momento equivocado puede tener un efecto devastador en la vida marina», y alertó de que miles de aves están en peligro de ser contaminadas.
Mick Bowell, representante de la industria británica de extracción marítima de gas y petróleo, se manifestó por su parte convencido de que Shell está haciendo todo lo posible para solucionar el problema.
Bowell recordó que, aunque para los parámetros británicos no es un vertido normal, el crudo se degrada y desaparece muy rápidamente en el mar, sobre todo teniendo en cuenta los fuertes vientos y el oleaje de los últimos días. Un portavoz del gobierno escocés afirmó que los pesqueros continuaban con su ritmo normal de trabajo en la zona.
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