La contaminación procedente de la central nuclear de Fukushima-1, que se vio afectada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo, llegó a finales del mismo mes hasta las costas de Estados Unidos, según un equipo de investigadores de la Universidad de California.
ENVIADO POR: ECOTICIAS.COM / RED / AGENCIAS, 16/08/2011, 15:49 H
El equipo de la universidad estadounidenses detectó partículas de sulfato de azufre-35 tres veces superior a la media en una muestra tomada el pasado 28 de marzo, dos semanas después de que la planta se viera afectada, según informó este martes la agencia de noticias Jiji.
Gracias a distintas simulaciones en el ordenador y otros análisis, el equipo concluyó que esta sustancia radiactiva se produjo por la reacción del material presente en la planta y el agua clorada que se utilizó los primeros días para intentar enfriar los reactores.
Cuando se filtró al exterior y se produjo un contacto con oxígeno, se convirtió en sulfato, que, a través del viento, llegó hasta la costa oeste de Estados Unidos.
Fukushima-1 se paró debido al terremoto, lo que provocó que comenzase a funcionar el sistema de refrigeración de los reactores. Estos fueron destruidos por el tsunami y la planta comenzó a desestabilizarse. El núcleo de los reactores se fusionó parcialmente.
Ante la imposibilidad de conectar los refrigeradores, TEPCO decidió al principio introducir agua de mar para enfriar los reactores. Pero, tras numerosos intentos, no consiguió estabilizar la planta, que comenzó a emitir radiación al exterior.
La empresa también tuvo que verter agua contaminada al océano desde sus piscinas de desechos para poder almacenar más agua que utilizaba para intentar llevar a la planta a una parada fría.
La compañía ha conseguido enfriar los reactores haciendo que el agua de estas piscinas vuelva a los reactores tras ser tratada y circule alrededor de la vasija para enfriar el núcleo.
ECOticias.com – ep
Gracias a distintas simulaciones en el ordenador y otros análisis, el equipo concluyó que esta sustancia radiactiva se produjo por la reacción del material presente en la planta y el agua clorada que se utilizó los primeros días para intentar enfriar los reactores.
Cuando se filtró al exterior y se produjo un contacto con oxígeno, se convirtió en sulfato, que, a través del viento, llegó hasta la costa oeste de Estados Unidos.
Fukushima-1 se paró debido al terremoto, lo que provocó que comenzase a funcionar el sistema de refrigeración de los reactores. Estos fueron destruidos por el tsunami y la planta comenzó a desestabilizarse. El núcleo de los reactores se fusionó parcialmente.
Ante la imposibilidad de conectar los refrigeradores, TEPCO decidió al principio introducir agua de mar para enfriar los reactores. Pero, tras numerosos intentos, no consiguió estabilizar la planta, que comenzó a emitir radiación al exterior.
La empresa también tuvo que verter agua contaminada al océano desde sus piscinas de desechos para poder almacenar más agua que utilizaba para intentar llevar a la planta a una parada fría.
La compañía ha conseguido enfriar los reactores haciendo que el agua de estas piscinas vuelva a los reactores tras ser tratada y circule alrededor de la vasija para enfriar el núcleo.
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