Cuando el presidente Chávez asistió a la cumbre de Copenhague dedicada al calentamiento global señaló al capitalismo mundial como el responsable de todos los males de la humanidad. Su socialismo del siglo XXI y los países aliados serían entonces la única salvación de la humanidad.
Para el presidente venezolano los problemas locales como el tendido eléctrico, Imataca, la explotación de carbón en Occidente y la minería en la cuenca del Caroní, han sido cuestiones menores y distantes a los grandes dilemas del mundo.
Mijaíl Gorbachov quien alcanzó el máximo poder en la desaparecida Unión Soviética y promotor de la Perestroyka, describe con crudeza cómo el desarrollismo no ha sido patrimonio del mundo occidental. En su libro CARTA A LA TIERRA expresa: "Nuestra tierra (...) era víctima de la más absoluta negligencia (...) Millones de hectáreas fueron expropiadas por el ejército para realizar ensayos nucleares. La construcción de enormes diques destinados a alimentar a las centrales hidroeléctricas, así como la creación de auténticos mares artificiales, no solo acabaron con las riquezas hídricas de un país que antes fue famoso en el mundo entero por sus suculentos pescados, sino que trajo consigo la inundación de 14 millones de hectáreas de tierras aluviales, que son las más fértiles..."
El ejemplo de la URSS y las experiencias devastadoras por la construcción de grandes represas en otras partes del mundo, promovieron mundialmente un debate sobre la pertinencia o no de las grandes represas.
Una de las más controversiales y la más grande del mundo, fue la represa de Las Tres Gargantas construida en el río Yangtsé en el centro de China. Su construcción que culminó en 2009 desplazó a más de 2 millones de personas y bajo las aguas quedaron importantes reliquias arqueológicas. Los expertos señalan que el embalse acumulará 53.000 millones de toneladas de desechos. Pero tan grande obra apenas logra proveer 3% de la energía que se consume en el país.
China concentra casi la mitad de las grandes represas construidas en el mundo. Un informe realizado sobre 125 grandes presas de la Comisión Mundial de Presas, fundada por el Banco Mundial, concluye que estas grandes obras no solo no cumplen sus objetivos, si no que incluso incrementan los efectos de las inundaciones, dañan las tierras de cultivo y provocan la extinción de especies.
http://www.eluniversal.com/2010/03/14/pol_apo_el-drama-de-las-repr_1794272.shtml
No hay comentarios:
Publicar un comentario