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viernes, 11 de diciembre de 2009

Mejoradores de la Faja sufren fallas de mantenimiento

Publicada a las 08:15 AM del 09 de Diciembre de 2009 | El Nacional
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La semana pasada, cuando Petróleos de Venezuela (Pdvsa) recién anunciaba el arranque del mejorador de Petropiar, debió admitir en un lapso menor a 72 horas que otras dos plantas de mejoramiento de crudo extrapesado de la Faja del Orinoco habían tenido que detener operaciones.

La interrupción de las actividades de Petrocedeño y Petroanzoátegui fueron eventos no programados, a diferencia de la parada de Petropiar (una sociedad entre Pdvsa y Chevron), producto de fallas en las calderas y otras unidades de tratamiento del crudo que entra a los mejoradores.

Sin embargo, estas paradas, de acuerdo a trabajadores que prefirieron no ser identificados, son resultado de una serie de inconvenientes operacionales que vienen arrastrando los mejoradores desde hace varios meses. En efecto, cuando Pdvsa oficializó la paralización de la planta de Petrocedeño, ésta ya llevaba 30 días detenida.

Todos los elementos esgrimidos por las fuentes consultadas conducen a una sola razón que explica el estado de deterioro de estos mejoradores de la faja: falta de mantenimiento oportuno de las diferentes unidades, lo que le quita el carácter coyuntural a la situación actual.

"El mejorador de Petrocedeño tenía cuatro meses operando a baja carga (60% de su capacidad de procesamiento, que alcanza los 284.000 barriles diarios)", comentó un trabajador, que agregó que antes de presentarse el problema con las calderas, la planta tenía fallas en la unidad de hidroprocesos, un tren de azufre y un tren de hidrógeno.

En consecuencia, la empresa (una sociedad entre Pdvsa, la francesa Total y la noruega Statoil Hydro) estaba produciendo un crudo mejorado de menor gravedad API que el Zuata Sweet (32° API).

Tras la falla en las dos calderas, la planta debió detenerse. Según la fuente, el problema se presentó cuando se introdujo agua no desmineralizada a las calderas. "Y no fue por un error", aseguró.

Menos mal La interrupción imprevista de las operaciones tiene un impacto negativo porque afecta la producción de crudo mejorado o sintético.

Por tanto, sólo se obtiene un crudo diluido (mezcla de crudo extrapesado y nafta), de menor valor en los mercados internacionales, y cuyos niveles de inventario están al máximo.

Los trabajadores del sector, sin embargo, destacan un elemento positivo de la situación. Y es que al detener la producción de crudo mejorado, también se paraliza la producción y almacenamiento de sólidos, como el coque y el azufre que ya están generando problemas de salud en el entorno.

Petrocedeño, uno de los cuatro mejoradores del Complejo José Antonio Anzoátegui, podría tener almacenadas más de un millón de toneladas de coque, pues tuvo que abrir una zona de acopio adicional al patio principal.

"Esto se debe a los problemas que viene arrastrando la correa transportadora de coque y azufre por falta de mantenimiento y de gerencia, lo que impide su embarque hacia los buques", comentó la fuente.

Pero esta no es la única empresa de la faja que tiene pilas adicionales de coque.

Según Ramón Planchez, miembro de Fedepetrol Puerto La Cruz y del Comité de Seguridad Industrial de Refinación Oriente, en el caso de Petroanzoátegui, el almacenamiento excesivo de coque obedece a las fallas ocasionadas por el incendio ocurrido en enero de este año en el muelle del Terminal de Sólidos de la empresa y que hasta la fecha no se ha corregido en su totalidad.

Planchez asegura que por la cantidad de coque acumulado, hace dos semanas alrededor de ocho trabajadores presentaron afecciones respiratorias.

El dirigente sindical espera que los efectos nocivos se minimicen, toda vez que la semana pasada lograron que la gerencia de la empresa acordara suministrarles las máscara full face, para así evitar la inhalación de estas sustancias tóxicas.

¿Esto es para rato? La máscara, sin embargo, es apenas uno de los elementos que conforman el equipo de protección personal y que parecen escasear por las áreas operacionales. Bragas y otros implementos también se hacen necesarios.

Planchez se escuda bajo el argumento de que Bariven, filial de Pdvsa encargada de la procura de insumos para la industria petrolera, también padece el problema de las divisas. Otros menos optimistas que Planchez, esgrimen una explicación diferente. "Una vez que se detecta una necesidad (para mantenimiento de una unidad), se empieza un proceso engorroso y burocrático para que se apruebe la reparación; o el repuesto no llega; o se le debe dinero a la empresa que arregla la pieza; o, sencillamente "para eso no hay plata", señala un trabajador consultado.

Otra fuente del sector, vinculada a comercialización, señala que una combinación de factores incide en las condiciones actuales de las empresas de la faja: ineficiencia en el manejo de las operaciones y la deuda con los proveedores, que en la primera mitad del año alcanzó 8.145 millones de dólares, 8% más que las obligaciones acumuladas en 2008.


... Juntos podemos llegar lejos...

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