Hacer pausas entre jornadas extensas de trabajo, mantener posiciones correctas y calentar sus extremidades antes de empezar a laborar puede prevenir males por mal uso de equipos tecnológicos.
El síndrome de túnel carpiano, tendinitis de las manos o codos y bursitis son algunas enfermedades de la ‘generación tecnológica’. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) declararon que estas enfermedades están, entre las 10 más frecuentes en el mundo, que afectan a la salud ocupacional.
En Pichincha, en el primer semestre del 2011, se registraron 47 casos de este tipo de enfermedades (tendinitis, túnel carpiano, etc.) de un total de 97 denunciadas en el departamento de Riesgo Laboral del IESS.
El traumatólogo Luis Rojas asegura que 3 ó 4 de cada 10 pacientes en edad ocupacional, que van a su consulta presentan el síndrome de túnel carpiano y tendinitis en dedos y muñecas.
El especialista en seguridad industrial, Marcelo Silva, afirma que también es frecuente en jóvenes, que han hecho un sobre esfuerzo en el uso de estos equipos.
El síndrome del túnel carpiano se localiza en la muñeca y se debe a la mala posición de la mano para escribir en el teclado o por usar ‘mouse’ que no son adecuados para el tamaño de la mano.
La tendinitis es la inflamación de tendones, principalmente, en los dedos índice y pulgar, los cuales realizan mayor esfuerzo con estos artículos electrónicos.
Cuando estas dos molestias no son tratadas a tiempo y se continúa con la sobrecarga en las manos, las dolencias se pueden extender a los codos y hombros.
La bursitis es otra enfermedad donde se inflama el cartílago que cubre el hueso que le da rotación al hombro. Esto ocurre también por un gran esfuerzo.
Rojas aclara que el índice de estas complicaciones es muy bajo. Lo más frecuente es el síndrome de túnel carpiano, que si se complica se debe operar por un especialista en manos.
Antes de realizar cualquier trabajo, los usuarios deben calentar al menos 30 segundos sus manos, brazos y cuello (ver infografía).
A los trabajadores se les debe enseñar a hacer estos ejercicios cuatro veces al día: una vez antes de empezar, una segunda vez antes del almuerzo, la tercera al regresar del descanso y la cuarta antes de retornar a sus hogares. “Es similar a los calentamientos que hacen los deportistas para evitar lesiones”, aseveró Silva.
En el caso de que las personas tengan jornadas extensas de trabajo, se aconseja que se haga una pausa de 10 a 15 minutos cada dos o tres horas seguidas de trabajo frente al computador.
Los dos especialistas coinciden que la prevención es la clave para evitar estas patologías. “Cuando las extremidades ya han sufrido daños, es casi imposible repararlas”, afirmó Rojas.
Silva asegura que estas no son las únicas enfermedades |por las posiciones en el trabajo o el uso de estos equipos. “Las contracturas en el cuello y espalda también son frecuentes por el tipo de sillas que usan frente a la PC”.
La posición correcta es apoyar la espalda baja pegada al espaldar de la silla y mantener una posición recta. El tipo de asiento debe ser un poco curvo como la forma de la columna para que el usuario no sufra lesiones.
La posición de la pantalla puede causar lesiones. El síndrome de ojo seco ocurre cuando el monitor está colocado más arriba de la posición recta en la que deben mirar los ojos.
Testimonio
Mariana Gavilanes
Recepcionista
‘Este mal es doloroso’
Trabajé durante 30 años como recepcionista de una empresa. Mantenía una posición que no era adecuada para mi cuerpo. Al mismo tiempo que contestaba el teléfono, también trabajaba en el computador.
Los primeros 20 años no tuve molestias, pero después de ese tiempo comencé a dejar de dormir por los dolores que me causaba el síndrome de túnel carpiano. Las muñecas me empezaban a arder y se amortiguaban; conforme pasó el tiempo el dolor avanzó hasta el codo. Ahí fue cuando decidí hacerme chequear con un especialista y me operaron. Con un año de rehabilitación ya no he tenido molestias
Recepcionista
‘Este mal es doloroso’
Trabajé durante 30 años como recepcionista de una empresa. Mantenía una posición que no era adecuada para mi cuerpo. Al mismo tiempo que contestaba el teléfono, también trabajaba en el computador.
Los primeros 20 años no tuve molestias, pero después de ese tiempo comencé a dejar de dormir por los dolores que me causaba el síndrome de túnel carpiano. Las muñecas me empezaban a arder y se amortiguaban; conforme pasó el tiempo el dolor avanzó hasta el codo. Ahí fue cuando decidí hacerme chequear con un especialista y me operaron. Con un año de rehabilitación ya no he tenido molestias
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