Hablar una y otra vez de los accidentes que ocurren en el hogar y de los primeros cuidados que pueden prodigarse a un accidentado no es tiempo, ni mucho menos, perdido. Éste es un tema que desgraciadamente siempre estará de actualidad. Habría que reconocer, no obstante, que con una buena y acertada prevención las posibilidades de que estos accidentes se produzcan serían cada vez menos. Se sabe que nuestros hogares no son seguros en su mayoría. La industrialización, el progreso y la creciente capacidad de consumo han hecho que aparezcan nuevos factores de riesgo, que son los que determinan que ocurran accidentes. En esto hay una falta clara de alternativa industrial, pues son numerosas las viviendas donde el riesgo de accidente sea mínimo.
Son muchas y muy variadas las causas por las que estos accidentes se producen. Se podrían significar, entre otras: las condiciones materiales inseguras de los hogares y la conducta equivocada de las personas a la hora de afrontarlas; la tecnología aplicada al hogar, que progresa a un ritmo muy acelerado, siendo la adaptación de los habitantes a la misma mucho más lenta; la obligatoriedad de que los envases de medicamentos dispongan de un dispositivo de seguridad; la oferta industrial con la fabricación de juguetes que pueden ser peligrosos, aparatos electrodomésticos inseguros. Pero, una de las causas principales por las que se originan accidentes en el hogar es la falta de información del ciudadano respecto de los mismos.
Los accidentes que con más frecuencia se producen dentro del hogar son las caídas por obstáculos o por altura, siendo las quemaduras los que revisten una mayor gravedad. En este sentido, el lugar más peligroso de la vivienda es la cocina. Sabemos de la curiosidad que tienen los niños por atrapar el mango de la sartén, coger los recipientes que contienen líquidos calientes, manipular los mandos del horno estando encendido; tocar, en fin, todo aquello que esté a su alcance. Claro que este tipo de quemaduras tiene un índice de mortalidad mucho menor que si hablamos de las que se producen por la corriente eléctrica, como pueden ser: las estufas, las alargaderas para determinados aparatos, los enchufes, los ventiladores, las planchas y, sobre todo, los famosos braseros que todavía se siguen utilizando como improvisados tendederos de ropa, lo que con casi toda seguridad provocan el incendio del hogar con la pérdida de vidas humanas.
También, las intoxicaciones como consecuencia de la inhalación de gas o por la ingestión de medicamentos o alimentos en mal estado son accidentes cuyos efectos, en todos los casos expuestos, pueden derivar hasta la muerte, constituyendo los factores culturales, sociales y económicos los que contribuyen al peligro. De ahí, que son las personas que tienen a su cuidado el hogar las que deben realizar una revisión periódica de la casa corrigiendo aquellos posibles puntos que pudieran ocasionar el accidente, con la obligación añadida de instruir bien y de manera clara a nuestros mayores y a nuestros pequeños, los más propensos, sin duda, a sufrir un accidente. Claro es, que estas personas deberían estar perfectamente instruidas en las normas elementales de socorro y de prestación de primeros auxilios.
Sería muy importante, pues, que desde la Administración se lanzaran campañas de información sobre la peligrosidad de estos accidentes, que marcaran los puntos esenciales de riesgo dentro del hogar. Y lo que es más importante aún, según mi opinión, incidir desde los primeros años de enseñanza al objeto de ir creando hábitos de seguridad en los niños, del mismo modo que se les enseña a cepillarse los dientes o a cruzar correctamente las vías. Es de reseñar, que hay empresas que consideran tan importante la seguridad del hogar como la de los distintos ambientes laborales, Y, así, tratan de hacer conciencia entre sus trabajadores. Pues, debemos tener en cuenta que la seguridad en el hogar es una proyección de la seguridad en el medio ambiente en que nos movemos y del ambiente laboral. Y si una persona está sensibilizada con el tema de la seguridad en el trabajo, qué duda cabe de que en su casa va a continuar aplicando la prevención del accidente. Por todo ello, tendríamos que concienciarnos de que el hogar aunque parezca seguro a veces no lo es tanto, y por eso es muy importante que sepamos cómo cuidarlo.
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