Fecha de la publicación: 1 de mayo de 2011
Es sabido que la esperanza de vida en los países occidentales ha aumentado en los últimos decenios y va a seguir haciéndolo. No obstante, tal vez sorprenda saber que el porcentaje de personas de edad avanzada está aumentando en los países en desarrollo con mayor rapidez que en los industrializados. En algunos casos, incluso, la esperanza de vida media en los países emergentes es superior ahora a la de los países más ricos. En la actualidad, la mayoría de las personas de edad avanzada vive en los países de renta baja, sin cobertura de pensiones. En un plazo de cincuenta años, el 80% de los mayores vivirá en estos países.
Reportaje de Alyssa Sewlal, alumno en prácticas de la OIT.
A principios de la década de 1950 la esperanza de vida en el mundo en su conjunto era de unos 46,6 años. Se espera que en 2010-2015 sea de 68,9 años. En Asia, donde la esperanza de vida era sólo de 41,2 en el período de 1950-1955, se prevé que alcance los 70,3 años en 2010-2015. Aparte del aumento de la esperanza de vida, las tasas de natalidad han disminuido en muchas regiones del mundo, lo que ha producido un cambio demográfico en el que la población de personas mayores de 60 años aumenta de forma rápida. En todo caso, en los países en desarrollo en los que se está produciendo este envejecimiento de la población, los gobiernos con recursos limitados disponen de un plazo relativamente breve para garantizar que cuentan con eficaces regímenes de jubilación.
El caso de la India
La India constituye un ejemplo interesante, con casi 80 millones de personas de edad avanzada en la actualidad, una cifra que se prevé que aumente considerablemente en los próximos años. Los motivos de este profundo cambio demográfico son muchos, pero los avances en materia de educación, medicina, condiciones higiénicas y planificación familiar tienen mucho que ver al respecto.
Además de afectar a la duración de la vida de las personas, tales avances han modificado también algunas de las dimensiones sociales de la India, en particular, una de las más características de su cultura: el sistema de familia unida.
En India, los hijos adultos seguían viviendo tradicionalmente en la casa de los padres o de la familia política, y desempeñaban un papel importante para garantizar que éstos reciban cuidados y apoyo en la vejez.
Pero esta tradición está cambiando lentamente a medida que la economía evoluciona con rapidez, lo que deja a los mayores en una situación de especial precariedad. Dado que en la India siempre ha habido sistemas informales de apoyo a los ingresos durante la vejez apenas están extendidas las pensiones financiadas por el Estado y hasta hace poco se han denegado en gran medida a la población activa en la economía informal. Bimal Kanti Sahu, Comisario de Seguros de la Corporación Estatal de Seguros de los Empleados de la India, señala que algunos responsables políticos han propuesto la reactivación del sistema de familia unida mediante la aprobación de leyes que obliguen a los hijos adultos a hacerse cargo de sus padres y parientes de edad avanzada.1 No obstante, afirma, que tales políticas pueden en realidad agravar el problema. Otros han sugerido reforzar el requisito de que la población activa ahorre para su jubilación, ya sea en regímenes privados o públicos. Por el contrario, parece que la India tendrá que encontrar un equilibrio entre el apoyo de la familia tradicional y la autosuficiencia en forma de pensiones y otros sistemas de jubilación.
El envejecimiento: uno de los principales retos para los países en desarrollo y emergentes
El informe de la OIT elaborado para la Conferencia Internacional del Trabajo2 señala que el reto de cuidar a una población de edad avanzada cada vez más numerosa es un problema no sólo para la India, sino para otros países en rápido desarrollo de África, Asia y América Latina en los que el envejecimiento de la población va a aumentar a ritmo cada vez mayor. Al igual que en la India, significa que los recursos de estos países se van a ver sometidos a graves tensiones.
Como señala el informe, el problema se agudiza por el hecho de que un gran número de personas de edad avanzada trabaja en la economía informal y tiene un acceso escaso o nulo a regímenes contributivos de seguridad social; esto significa que debe ser prioritario abordar adecuadamente las cuestiones relacionadas con la prestación de la seguridad social.
Aunque el discurso del desarrollo se centró anteriormente en la limitación del gasto público, ahora se admite que el gasto social es realmente necesario para el crecimiento. En el informe de la Conferencia, los expertos de la OIT en seguridad social señalan que los programas de protección social bien diseñados, en especial en forma de pensiones de la seguridad social, en lugar de constituir un obstáculo para el desarrollo económico han demostrado ser «muy eficaces para prevenir la pobreza y la inseguridad social durante todo el ciclo de vida de una persona». Además, desempeñan un papel crucial como estabilizadores económicos.
En los países en desarrollo es asequible un régimen básico de protección social
Algunos economistas e instituciones financieras han afirmado que los programas de seguridad social no pueden, sencillamente, costearse en los países en desarrollo. Pero si las crisis son buenas para algo es para demostrar el gran valor que tienen las prestaciones de seguridad social y asistencia para los segmentos más vulnerables de la sociedad. Lo cierto es que, como señala el equipo de Seguridad Social de la OIT, hay un conjunto básico de medidas de protección social que resultan asequibles en la práctica totalidad de los países, con un coste –si se diseñan de forma adecuada– que representa un porcentaje relativamente reducido del PIB. Para que estos programas resulten eficaces, la clave puede estar en su aplicación gradual.
La seguridad social es desde hace tiempo un elemento característico de los países industrializados que desempeña un papel fundamental para atenuar los efectos no sólo de una serie de azares que se producen a lo largo de la vida, sino también de muchas de las crisis económicas, y que sirve para reducir de forma eficaz las desigualdades de renta. Existen sobradas razones sobre la necesidad de que los gobiernos de los países en desarrollo y emergentes organicen e instauren programas de seguridad social universal; en particular, el hecho de que, si no se toman medidas al respecto, estos países no tardarán en tener que hacer frente a un elevado número de personas de edad avanzada viviendo en la pobreza. No obstante, señala Bimal Kanti Sahu, es importante reconocer en concreto en qué medida la población de edad avanzada contribuyó en su juventud al desarrollo de sus países y a garantizar que puedan pasar el resto de sus vidas con dignidad.
1 Bimal Kanti Sahu: Mejora de la esperanza de vida y de la sostenibilidad de los regímenes de seguridad social, informe para la 6.a Conferencia Internacional de Política e Investigación en Seguridad Social, Luxemburgo, 29 de septiembre-1 de octubre de 2010.
2 OIT: Seguridad social para la justicia social y una globalización equitativa, Informe VI, Conferencia Internacional del Trabajo, 100ª reunión, Ginebra, 2011.
Presentado por el Dr Atilio Noguera
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