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lunes, 8 de julio de 2013

Minería: claroscuros por todas partes

Julio Turcumán - Diario de Cuyo 07/07/2013 En materia de minería metalífera todo puede ocurrir de un momento a otro. Para fundamentar la afirmación, un rápido repaso: el oro tuvo una abrupta caída el viernes pasado cerrando en un mínimo histórico de 1.215 dólares la onza; las acciones de las empresas en todo el mundo, también las que tienen inversiones en San Juan, van cayendo sin freno posible. Y, como si lo anterior fuese poco, hay que recordar el drama que vive hoy Pascua-Lama, el proyecto binacional cuyo dueño acaba de anunciar que postergará dos años la puesta en funcionamiento de la mina. Además, "nunca hay que olvidar el contexto", decía un encumbrado periodista; en Argentina hay elecciones y eso complica mucho más la calidad de información: todos los actores del negocio minero saben que lo descripto más arriba no es más que un recuento de las últimas noticias, pero ninguno se anima a graficarlo con esas palabras. Y es que el Gobierno provincial les ha pedido -amablemente- que ayuden a no escandalizar el escenario y en su mayoría los hombres de negocios han aceptado el convite oficial. ¿El gancho de la seducción política? En el caso específico de los proveedores, lograr que la reprogramación y el estiramiento de los plazos de Pascua-Lama sangre a favor de ellos con contratos que hasta el momento se les escapaban por falta de capacidad. "No más peruanos ni chilenos", les habrían dicho, y esa frase los sedujo al límite de decir las barbaridades que algunos repiten en micrófonos radiales a diario: "No hay despidos", dicen sin pudor. El escenario es altamente volátil y no es cosa de San Juan, es cosa del mundo. Algunos, a pesar de las malas nuevas, reciben reportes foráneos que auguran que en algunos meses la situación cambiará para bien y dicen que esto es un piso del que no se va a bajar más. Un pensamiento ya escuchado, aunque en escasos momentos puesto en realidad. Mientras tanto, hay que pasar la tormenta. ¿Cuál tormenta? Gioja dijo ayer en Radio Sarmiento que debido a la recalendarización de Pascua-Lama algunos empleados están quedando en la calle. Fuerte tormenta en medio de las elecciones.
Para ir a los ejemplos directamente: la acción de Barrick -dueña de Veladero y Pascua-Lama- llegó a cotizar en septiembre de 2012 a 42,86 dólares; el viernes pasado ese mismo papel cerró en 13,79. La acción de Yamana Gold -propietaria de la mina Gualcamayo- cotizó en noviembre de 2012 a U$S20,39, el viernes pasado cerró en 9,28. Y así, en números similares, lo mismo ocurre con Troy Resources, propietaria de Casposo. La única que cae, pero en una curva un poco más suave que el resto es Glencore-Xstrata, flamante propietaria de El Pachón, aunque tampoco hay señales de esos empresarios que quieran desempolvar el viejo anhelo sanjuanino. La curva de caída o levantada tiene que ver nada más y nada menos con la espalda financiera de cada firma.

La onza de oro en el mundo se desmorona y, a veces, bruscamente: el jueves cerró en 1.253,6 dólares y al otro día tuvo un bajón interesante, culminando operaciones en 1.215,6 dólares. El viernes en una reunión de mineros, muchos comentaron esos números bajo una premisa: dicen en el mundo que con la onza de oro por debajo de los 1.200 dólares todos los proyectos serán inviables, ya que la ecuación costo-beneficio no cerrará para nadie y no hay nada que indique que el metal no va a seguir desplomándose. Esos comentarios surgieron en medio de una reunión de la Mesa de Sustitución de Importaciones, encuentro que pasó a segundo plano luego que alguien advirtiera que habrá que sustituir siempre y cuando los proyectos siguen siendo viables, preocupación que, bajo la mirada de la lógica pura, está mucho antes que la de las sustituciones. Las empresas están reduciendo costos a razón de miles de millones de dólares al año, y eso es una realidad que golpeará a todos los emprendimientos, sin discriminación.

En el aspecto político, Gioja intenta salvar a las personas que indefectiblemente quedarán sin empleo: en unos meses empezarán a construir un barrio de unas mil casas, y por un buen tiempo unas cuatro mil personas tendrán de qué vivir. Está en construcción el Teatro del Bicentenario, el Dique Caracoles, el Museo de los Dinosaurios y otras tres mil casas, aparte de las mil mencionadas renglones arriba; también construirán cloacas y dos hospitales. Es decir, la obra pública saldrá a ponerle el pecho a las balas. Al menos, ese es el plan oficial. Ojalá que resulte.

Igual, no todas son pálidas, dicen: si la onza de oro no sigue cayendo, es probable que el parate en Pascua-Lama termine beneficiando a los empresarios locales. Se preveía que a fines del año que viene, cuando la mina empezaría a operar, miles de obreros quedarían en la calle. Al estirarse la etapa de construcción, muchos de ellos -no todos, está claro- van a continuar al menos dos años más. Tendrán que hacer una cuenta muy fina para saber si la diferencia entre los que se están quedado sin empleo ahora por esta reprogramación son más que los que hubiesen quedado desempleados si la mina empezaba a funcionar a fines de 2014 como estaba previsto inicialmente. Una cuenta que estará lista recién en octubre de este año, dicen. La minería no se sostiene con mentiras, tampoco un Gobierno, por eso hay que poner los pies sobre la tierra a pesar de cualquier obstáculo, incluso las elecciones o los contratos con las mineras. Ojalá los actores lo entiendan así porque el mercado no admite distracciones.
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http://www.diariodecuyo.com.ar/home/new_noticia.php?noticia_id=580443

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