Expertos reclaman reducir
el consumo de este combustible, sustituyéndolo
por energías renovables
MERCEDES BENÍTEZ / SEVILLA
Día 26/05/2011 - 14.00h
«La edad de piedra se acabó no porque se acabaran las piedras y la del petróleo llega a su fin no porque se extinga el petróleo, pero está claro que toca a su fin». Esa fue una de las conclusiones de las jornadas que ayer se celebraron en la Escuela de Energía y Cambio Climático Fundación Focus-Abengoa bajo el epígrafe «¿Qué modelo energético para España?». José Domínguez Abascal, secretario técnico de Abengoa y moderador del foro, abogó por reducir de forma importante el consumo de este combustible fósil ya que España gasta al año 140 millones de toneladas.
El objetivo es reducirlo de aquí al año 2020 con la meta de sustituir el petróleo por energías renovables pero también la principal meta es lograr que ese aumento de la energía renovable vaya pareja a una disminución progresiva del consumo de energía. En ese sentido, Domínguez Abascal dejó claro que el ahorro es una pieza fundamental para ese cambio por el que todos los países y también España deben luchar, pero también la idea es buscar energías alternativas, como el sol. Y es que, para el secretario técnico de Abengoa, las termosolares pueden ser parte de esa solución. Para demostrarlo apuntó un dato: en una hora llega a la tierra más energía solar que la que consumimos en un año. Y eso hay que aprovecharlo.
Sin embargo para reducir el consumo de petróleo sería necesario contar con el apoyo de los fabricantes de transportes, según uno de los ponentes, Luis Puch, profesor de la Universidad Complutense e investigador de FEDEA, que admitió que España está todavía «muy lejos» de la reducción del gasto de petróleo que ya han acometido otros países de la UE como Alemania precisamente por la resistencia de los fabricantes de coches.
Otra solución apuntada por Pedro Linares, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería ICAI de la Universidad Pontificia Comillas, e investigador del Instituto de Investigación Tecnológica, pasa por un cambio de modelo energético basado en el ahorro. Y para ello es necesario educar a las nuevas generaciones porque, a su juicio, «en España hay una generación que despilfarra energía» mientras que la conciencia por el ahorro está todavía en muy bajos niveles. Y a la par es necesario invertir en I+D. «El cambio de modelo energético es la revolución que viene» y que, según los expertos, pasará por la desaparición del 50 por ciento del petróleo, la mitad por el ahorro y otro tanto por el uso de las renovables.