Un grupo de investigadores de la brasileña Universidad de Sao Paulo (USP) experimentó con éxito la energía nuclear como herramienta para reducir la peligrosidad de sustancias tóxicas arrojadas a las aguas y que se resisten a las técnicas convencionales de descontaminación.
El uso de la radiación se mostró efectivo para reducir la concentración en aguas residuales de dos sustancias de alta toxicidad presentes en un antidepresivo y en productos químicos usados en detergentes, informó hoy la USP.
Los buenos resultados de la tecnología fueron verificados en experimentos realizados entre 2009 y 2012 por el biólogo Dymes Rafael dos Santos, investigador del Instituto de Pesquisas Energéticas y Nucleares (IPEN) de la USP.
Según los testes, la radiación consiguió reducir significativamente la toxicidad del fármaco clorhidrato de fluexetina y del surfactante dodecil sulfato de sodio (DSS).
Las dos sustancias fueron escogidas para las pruebas debido a que son resistentes a los métodos de descontaminación convencionales usados en las plantas de tratamiento de agua y en las plantas de tratamiento de efluentes.
La primera sustancia es el principio activo de uno de los antidepresivos más recetados actualmente y la segunda es un químico que garantiza la propiedad detergente de productos de higiene y limpieza.
Ambas tienen un alto consumo mundial y son arrojadas en grandes cantidades a las redes de aguas negras tanto industriales como domésticas.
Para determinar el impacto ambiental de las sustancias, el investigador analizó el comportamiento y las reacciones de dos microorganismos de agua dulce y agua salada en soluciones con uno o dos de los contaminantes.
Los resultados probaron que los efluentes con las sustancias tóxicas irradiados por un acelerador de partículas que emite un haz de electrones son significativamente menos nocivos para los microorganismos que viven en el agua que los que no son tratados.
El análisis espectrofotométrico también mostró que las dos sustancias sufrieron una degradación y una alteración química y estructural tras ser sometidas a la radiación.
Según Dos Santos, los resultados demostraron que el uso de radiación puede ser útil en el tratamiento de efluentes y que la energía nuclear puede reducir el impacto provocado por el descarte de sustancias químicas peligrosas en el medio ambiente y mejorar la calidad del agua.
El biólogo agregó que algunos países como Corea del Sur ya utilizan la radiación para tratar otros químicos presentes en los efluentes y aprovechar aguas residuales para el riego en la agricultura. Fin
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