PEKÍN.- La capital china empezó el año con un récord negro. Sólo en enero se registraron niveles de contaminación del aire entre 30 y 45 veces más dañinos de lo que se considera seguro para la salud. Y recién este mes, después de que se cerraron 130 fábricas y se generó una precipitación forzada que dio lugar a varios días de nieve, Pekín volvió a ver el sol.
Día a día, se registraron fotos de la condición del aire en Pekín. En ellas se veía una espesa neblina que podía confundirse con cambios de temperatura, pero la realidad es que la bruma era una capa de pequeños contaminantes de gran peligro para el hombre.
Si bien los residentes de Pekín están habituados a los pesados niveles de contaminación, esta vez fue diferente. Durante enero se triplicaron los casos de enfermedades pulmonares, que se registraron especialmente en chicos y ancianos, los sectores más sensibles de la población.
La contaminación del aire había sido un tema silenciado en la prensa oficial, pero en el último tiempo el problema se volvió tan evidente que los medios chinos comenzaron a alertar a la población. Y hasta sugirieron a chicos y ancianos permanecer en casa.
Para los que deben salir a las calles sugirieron usar barbijos. Por eso se vio un incremento masivo en la venta de ese producto que, aunque no filtra todas las micropartículas contaminantes, logra ser un mecanismo de combate temporal. En enero, sólo en Pekín, se vendieron 3,5 millones de unidades, mientras que la media de ventas era de un millón mensual.
"Nunca antes la contaminación había sido tan visible. Tenemos dolores en el pecho y dificultad para respirar", comentó Li Peng, una estudiante de la Universidad de Medicina de Pekín. La nube tóxica, además, ya se siente a cientos de kilómetros: los vientos arrastraron la contaminación hasta Japón.
La conciencia ambiental por la polución llevó a la gente a expresarse en Internet. Muchos chinos exigen un control más estricto del uso de pólvora y la pirotecnia durante el Festival de la Primavera (el año nuevo chino), que comenzará el sábado. La pirotecnia incrementa los niveles de contaminación, ya que produce humo y polvo que contiene restos de sulfuro, magnesio y estroncio, nocivos para la salud.
Hay otros que en la lucha contra la contaminación vieron la posibilidad de hacer un negocio: vender aire fresco enlatado de zonas vírgenes de China. El multimillonario y filántropo chino Chen Guangbiao es uno de ellos y quiere con esto generar conciencia entre la gente.
Pekín siempre registró niveles de contaminación superiores a los aceptados por la Unión Europea o la Organización Mundial de la Salud, que considera una exposición diaria a 20 partículas contaminantes como perjudicial y más de 300 como altamente tóxica. En enero, el nivel registrado en Pekín no bajó de las 300.
"El gobierno trabaja desde hace mucho tiempo en el problema, pero las soluciones no son a corto plazo", señaló el vicepresidente Li Keqiang en una conferencia de prensa.
Además del control de fábricas, el gobierno de Pekín puso en marcha otros programas, como "la reducción de la contaminación por un día", que pretende reducir el número de automóviles en las rutas y disminuir la contaminación de las fábricas en un 30%.
Causas múltiples
Las causas de la contaminación son múltiples, pero la excesiva quema de carbón en las fábricas chinas es la principal.
"China quema un cuarto del total mundial de carbón y genera un cuarto de las emisiones de carbono del mundo. Pero el gobierno está cambiando su posición: en diciembre aún se seguía discutiendo si había un serio problema ambiental o no. Ahora se piensa en medidas para solucionarlo", dijo a LA NACION Zhou Rong, experta en temas ambientales para Greenpeace.
A fines del año pasado, Greenpeace y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pekín emitieron un informe que indicaba que en 2012 cerca de 8572 muertes en las cuatro mayores ciudades chinas se debieron a los altos niveles de partículas contaminantes.
En cambio, las partículas finas -25 veces más delgadas que un cabello humano- son las más nocivas para la salud porque pueden respirarse con facilidad. Al estar compuestas de metales pesados, una vez en los pulmones pueden llegar a producir cáncer.
Algunos funcionarios del gobierno chino informaron que, como una solución inmediata, los autos oficiales sin uso deben ser retirados de circulación. De igual forma, se detuvieron muchos trabajos de demolición y construcción sin las debidas licencias ambientales.
Aun así, la población sigue disconforme y pidió acciones urgentes. El magnate de bienes raíces y miembro del Congreso del Pueblo de Pekín Pan Shiyi propuso a través de Internet que se firme un "Clean Air Act" (protocolo de limpieza del ambiente) en el que se garantice claridad en los niveles reales de contaminación para combatir con sinceridad la polución.
Sólo en las primeras diez horas de publicación, recibió el apoyo de más de 32.000 personas. Un símbolo de que el pueblo chino es cada vez más consciente del problema y de que está en busca de soluciones.
Por: Esteban Córdoba Arroyo
La Nación
Miércoles 6 de Febrero de 2013
Día a día, se registraron fotos de la condición del aire en Pekín. En ellas se veía una espesa neblina que podía confundirse con cambios de temperatura, pero la realidad es que la bruma era una capa de pequeños contaminantes de gran peligro para el hombre.
Si bien los residentes de Pekín están habituados a los pesados niveles de contaminación, esta vez fue diferente. Durante enero se triplicaron los casos de enfermedades pulmonares, que se registraron especialmente en chicos y ancianos, los sectores más sensibles de la población.
La contaminación del aire había sido un tema silenciado en la prensa oficial, pero en el último tiempo el problema se volvió tan evidente que los medios chinos comenzaron a alertar a la población. Y hasta sugirieron a chicos y ancianos permanecer en casa.
Para los que deben salir a las calles sugirieron usar barbijos. Por eso se vio un incremento masivo en la venta de ese producto que, aunque no filtra todas las micropartículas contaminantes, logra ser un mecanismo de combate temporal. En enero, sólo en Pekín, se vendieron 3,5 millones de unidades, mientras que la media de ventas era de un millón mensual.
"Nunca antes la contaminación había sido tan visible. Tenemos dolores en el pecho y dificultad para respirar", comentó Li Peng, una estudiante de la Universidad de Medicina de Pekín. La nube tóxica, además, ya se siente a cientos de kilómetros: los vientos arrastraron la contaminación hasta Japón.
La conciencia ambiental por la polución llevó a la gente a expresarse en Internet. Muchos chinos exigen un control más estricto del uso de pólvora y la pirotecnia durante el Festival de la Primavera (el año nuevo chino), que comenzará el sábado. La pirotecnia incrementa los niveles de contaminación, ya que produce humo y polvo que contiene restos de sulfuro, magnesio y estroncio, nocivos para la salud.
Hay otros que en la lucha contra la contaminación vieron la posibilidad de hacer un negocio: vender aire fresco enlatado de zonas vírgenes de China. El multimillonario y filántropo chino Chen Guangbiao es uno de ellos y quiere con esto generar conciencia entre la gente.
Pekín siempre registró niveles de contaminación superiores a los aceptados por la Unión Europea o la Organización Mundial de la Salud, que considera una exposición diaria a 20 partículas contaminantes como perjudicial y más de 300 como altamente tóxica. En enero, el nivel registrado en Pekín no bajó de las 300.
"El gobierno trabaja desde hace mucho tiempo en el problema, pero las soluciones no son a corto plazo", señaló el vicepresidente Li Keqiang en una conferencia de prensa.
Además del control de fábricas, el gobierno de Pekín puso en marcha otros programas, como "la reducción de la contaminación por un día", que pretende reducir el número de automóviles en las rutas y disminuir la contaminación de las fábricas en un 30%.
Causas múltiples
Las causas de la contaminación son múltiples, pero la excesiva quema de carbón en las fábricas chinas es la principal.
"China quema un cuarto del total mundial de carbón y genera un cuarto de las emisiones de carbono del mundo. Pero el gobierno está cambiando su posición: en diciembre aún se seguía discutiendo si había un serio problema ambiental o no. Ahora se piensa en medidas para solucionarlo", dijo a LA NACION Zhou Rong, experta en temas ambientales para Greenpeace.
A fines del año pasado, Greenpeace y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Pekín emitieron un informe que indicaba que en 2012 cerca de 8572 muertes en las cuatro mayores ciudades chinas se debieron a los altos niveles de partículas contaminantes.
En cambio, las partículas finas -25 veces más delgadas que un cabello humano- son las más nocivas para la salud porque pueden respirarse con facilidad. Al estar compuestas de metales pesados, una vez en los pulmones pueden llegar a producir cáncer.
Algunos funcionarios del gobierno chino informaron que, como una solución inmediata, los autos oficiales sin uso deben ser retirados de circulación. De igual forma, se detuvieron muchos trabajos de demolición y construcción sin las debidas licencias ambientales.
Aun así, la población sigue disconforme y pidió acciones urgentes. El magnate de bienes raíces y miembro del Congreso del Pueblo de Pekín Pan Shiyi propuso a través de Internet que se firme un "Clean Air Act" (protocolo de limpieza del ambiente) en el que se garantice claridad en los niveles reales de contaminación para combatir con sinceridad la polución.
Sólo en las primeras diez horas de publicación, recibió el apoyo de más de 32.000 personas. Un símbolo de que el pueblo chino es cada vez más consciente del problema y de que está en busca de soluciones.
Por: Esteban Córdoba Arroyo
La Nación
Miércoles 6 de Febrero de 2013
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