Por: Priscila Mateos priscila.mateos@elsol.com.ar 30 de Octubre de 2012
El "Síndrome del quemado" se caracteriza por el estrés crónico que sufren las personas que trabajan en puestos que implican la atención al público. Entre otros factores, puede generar un alto incremento en los accidentes laborales, por lo que es fundamental el compromiso de las empresas para prevenir su aparición, en especial a la hora de seleccionar adecuadamente el personal.
El síndrome, conocido también como "burnout", está dado por el "estrés crónico en trabajos donde existe contacto directo con el público", precisó Viviana Imperiale, psicóloga laboral y docente de la Universidad del Aconcagua y la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo).
Este cuadro puede provocar, entre otros puntos, un "aumento en la cantidad de accidentes" que se registran dentro de una empresa o institución, según explicó Ángela Orofino, psicóloga laboral integrante de la Junta Médica del Ministerio de Salud, y docente de la Universidad Aconcagua, y de la UNCuyo.
Este incremento se puede generar como consecuencia de algunos de los síntomas típicos de este síndrome, entre los que se destacan: dificultad para concentrarse, trastornos de sueño, trastornos sexuales, depresión, problemas fisiológicos, irritabilidad, hostilidad, disminución en el rendimiento laboral, entre otros.
Asimismo, Mitra Dall´Occhio -directora de Hémera, Centro de estudios del estrés y la ansiedad-, aseveró que se puede presentar una especie de paradoja, ya que las personas que eligen trabajos que implican el trato con el público "se pueden insensibilizar y hasta parecer como cínicos" hacia ellos.
Es por esta situación que Imperiale destacó la importancia de la "adecuada selección de los empleados", ya que no todas las personas reaccionan igual ante los mismos estímulos estresantes. Esto va a depender de las características psicológicas de cada trabajador.
De hecho, algunos de los pacientes que presentan este cuadro suelen ser "personalidades sobreadaptadas, que son muy exigentes y no tienen un límite para cumplir con su trabajo", reconoció Orofino.
Asimismo, Dall'Occhio agregó que si esa situación se sostiene en el tiempo el nivel de frustración de la persona "comienza a tener consecuencias en su psiquis, su cuerpo y su comportamiento".
Diagnóstico
El síndrome del quemado se puede diagnosticar a partir del test creado por la psicóloga social estadounidense Christina Maslach, de quien finalmente tomó el nombre.
Mediante el mismo se miden "el cansancio emocional, la despersonalización (que tienden a ser altos si la persona tiene el cuadro); y la realización personal en el trabajo (en cuyo caso el índice es bajo en presencia del síndrome)", detalló Orofino.
Es importante tener en cuenta que la consulta a un psicólogo laboral, especializado en el tema, es lo más apropiado. De lo contario, Imperiale reconoció que puede ocurrir que el profesional "confunda el cuadro clínico".
Además, no se debe asimilar al "burnout" con el estrés laboral, ya que el primero se encuentra incluido dentro de este último. Lo mismo ocurre con el maltrato laboral ("mobbing"), en el que un jefe agrede en forma constante a un empleado, aunque sea de manera solapada.
En cuanto a las personalidades sobreadaptadas, Orofino se encargó de aclarar que suele ocurrir que no manifiesten los síntomas, lo que termina generando que "después se enfermen físicamente".
Este tipo de afección es más común observarlo en enfermeros, docentes, penitenciarios, telemarketers y médicos de guardia, entre otros; es decir, entre las personas que tienen trato directo con el público.
Tratamiento
Una vez diagnosticado el síndrome, el tratamiento dependerá del grado que haya alcanzado el cuadro. No obstante, en la mayoría de los casos el proceso que lleve a la recuperación del paciente deberá ser encarado en forma multidisciplinaria.
Con relación al tiempo que puede tomar el tratamiento, Imperiale aseguró que "no hay un plazo", ya que dependerá de las "lesiones psicológicas, físicas y de relaciones interpersonales del sujeto".
A su vez, el lapso de recuperación suele ir acompañado de una licencia, aunque el "burnout" no está reconocido como una enfermedad laboral: "En estos casos se extiende un parte médico por síndrome depresivo", aseveró Orofino"
El compromiso de la empresa es fundamental en el tratamiento, ya que cambiar el puesto del empleado puede significar una disminución de su estrés. Inclusive, la prevención parece ser la clave para evitar que los trabajadores pasen por un cuadro de este tipo.
"En las compañías serias se trabaja en grupos, para evitar que el personal llegue a sufrir este síndrome", reconoció Orofino.
Por su parte, la directora de Hémera sugirió que quienes tengan "burnout" sigan los siguientes pasos: "Suelte ideales de pasado, flexibilice su mente, ya que el presente y el futuro son y serán de aquel que gestione cambios y se adapte a ellos".
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