La segunda causa de siniestralidad, con el 26 por ciento, la representan las caídas
X. A. TABOADA - SANTIAGO El trabajar en una oficina no está exento del riesgo de sufrir un accidente laboral, aunque éstas pertenezcan a la Xunta. La siniestralidad puede llegar por un esfuerzo muscular de más, una caída, un golpe con un mueble, una quemadura... y así hasta doce causas, que son las que recoge el Servizo de Prevención de Riscos Laborais de la Administración autónomica, el órgano encargado de supervisar los accidentes que sufren los funcionarios en el trabajo y de tomar las medidas correctoras para evitar que se repitan.
Cada año se registran entre los empleados públicos de la administración general de la Xunta entre 200 y 300 accidentes, siendo la principal causa el "sobreesfuerzo", motivo que alegan uno de cada tres trabajadores en su parte de siniestros. En los seis primeros meses de este año se contabilizaron 105 accidentes entre los funcionarios, de los cuales, 29 estuvieron causados por "sobreesfuerzos". Casi un tercio, la misma proporción que se repite en los años anteriores.
¿Qué generan estos sobreesfuerzos que llevan a los funcionarios que rellenar un parte de accidente? Pues según los sindicatos de la Administración, el mover a una persona ingresada en un centros de día o de atención a la dependencia de la Consellería de Traballo e Benestar, el levantamiento de cargas, el traslado de documentación, el movimiento de cajas o las tareas de prevención de incendios forestales.
La segunda causa de accidente entre los funcionarios la constituyen las caídas. Así lo han referido 28 empleados públicos, lo que supone el 26% de todos los partes. Sumados a los sobreesfuerzos, estas dos causas representan el 57% de todos los casos recogidos en las estadísticas de siniestralidad laboral del personal de la Xunta.
Los accidentes de tráfico, con 19, suponen el tercer motivo y el resto de causas presentan unas magnitudes muy pequeñas, como los golpes, quemaduras, proyección de fragmentos, contusiones por el uso de herramientas o daños causados por la fauna silvestre.
El grueso de los accidentes se produce en los centros de trabajo (casi el 70%), seguidos por los viajes entre el domicilio y la oficina y los desplazamientos derivados de la jornada laboral.
De los 105 siniestros registrados durante el primer semestre del año, 103 tuvieron consecuencias leves y solo dos merecieron la calificación de graves. Aún así, el Servizo de Prevención de Riscos Laborais abrió una investigación en el 60% de los casos, pero no por dudar del parte de los trabajadores públicos, sino para determinar que medidas se deben adoptar para evitar su repetición o, en caso de que se produzca, que las consecuencias no sean graves.
Las consellerías donde más accidentes laborales se producen son, tradicionalmente, las de Traballo e Benestar y Medio Rural, según los sindicatos, derivado de la atención a las personas dependientes o mayores en los centros de día y de las tareas de prevención de incendios. Entre los departamentos sumaron 71 partes. El tercero, con once, es la Consellería de Medio Ambiente. Salvo en Facenda y Educación, se registraron también accidentes en todos las consellerías.
Atendiendo a la edad, el mayor número de produce en la franja de entre 50 y 59 años, con 37 partes, seguidos de los de entre 30 y 39, con 30 siniestros; y de los de entre 40 y 49 años, con 25 accidentados. La mitad están registrados en la provincia de A Coruña, donde la Xunta tiene el mayor despliegue de sus dependencias administrativas.
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