El colapso de la plataforma Deepwater Horizon de la empresa British Petroleum (BP) en el Golfo de México, y la amenaza que significa el derrame petrolero para las costas de Luisiana es un duro recordatorio de los peligros de la industria de la perforación a mar abierto.
En julio de 1988, el gas comprimido sobre la plataforma Piper Alpha, ubicada en el Mar del Norte, se incendió y explotó, dando lugar a un incidente que al final provocó la muerte de 167 personas.
Este accidente, conocido hasta ahora como el peor de la industria petrolera en mar adentro, hizo necesaria que se reevaluaran las normas de seguridad en plataformas de todo el mundo.
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Pero si bien los encargados de seguridad de la industria petrolera han establecido mecanismos para minimizar los peligros, la amenaza para los trabajadores y para el medio ambiente sigue presente.
Menor peligro
Los datos estadísticos señalan que la seguridad en las perforaciones a mar abierto ha mejorado en los últimos años, pero aún así esta industria continua siendo una de las más peligrosas.
Lamentablemente los hidrocarburos son inflamables, es algo inevitable
Robert Paterson, director de seguridad del grupo Oil and Gas UK
En las compañías perforadoras bajo la supervisión del ente británico de seguridad, el porcentaje de heridos graves y de muertes ha disminuido considerablemente desde 1997.
"La seguridad ha sido tomada con bastante seriedad", dijo en un correo electrónico Simon Marquis, uno de los trabajadores de esta industria de explotación petrolera. "En general, yo diría que ahora todo es muchísimo mejor", asegura.
Pero de acuerdo a la agencia a cargo del manejo de minerales de Estados Unidos, un total de 858 incendios y explosiones ha ocurrido en plataformas que operan en el Golfo de México desde 2001.
Entre los principales peligros se encuentra el manejo de maquinaria pesada, la existencia de sustancias inflamables a una presión muy intensa, los frecuentes viajes en helicóptero para trasladarse entre las instalaciones y tierra firme, y en general, los riesgos que representa trabajar en un ambiente marítimo.
"Lamentablemente los hidrocarburos son inflamables, es algo inevitable", explica Robert Paterson, director de seguridad del grupo industrial Oil and Gas UK.
"Lo que se necesita es manejar esos peligros y reducir el riesgo al mínimo posible. Pero después de todo el trabajo que ha hecho la industria, la sensación que tenemos es que la probabilidad de que ocurran estos accidentes se ha reducido considerablemente", añade Paterson.
Señalamientos
BP es la compañía con mayor presencia en las perforaciones que se hacen en el Golfo de México y posee numerosas plantas en Estados Unidos y el resto de América Latina.
En su historial figuran varios antecedentes en materia de seguridad industrial.
A finales del año pasado un jurado en Estados Unidos ordenó a la compañía el pago de US$100 millones en daños a diez trabajadores que alegaban que el escape de una sustancia tóxica en una refinería de petróleo les había provocado daños en la salud.
En ese entonces las agencias ambientales dijeron que no había evidencia de que la sustancia proviniese de la refinería y como informó el corresponsal de la BBC en Estados Unidos, Charles Scanlon, la fuente del escape tóxico nunca fue identificada.
En el caso de la plataforma Deepwater Horizon, BP ha tenido que asumir los costos de limpieza, pero las culpas y responsabilidades podrían ir más allá.
Transocean es el principal contratista en materia de perforación en aguas profundas. Además de ser el dueño de la plataforma, es el encargado de su manejo para BP.
Otra que podría ser señalada es la compañía Cameron International, fabricante del mecanismo para contener el derrame en caso de un accidente y que no funcionó correctamente.
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