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domingo, 19 de mayo de 2013

La lucha por la vida


"Salvaguardar el medio ambiente... es un componente esencial en la erradicación de la pobreza y uno de los cimientos de la paz".

"La contaminación ambiental está llegando a tales extremos en el mundo, que el ser humano parece estar empeñado en destruir el ambiente donde vive, en una actitud suicida"

La lucha por la vida
¿Proteger el ambiente y reciclar?, o ¿Enterrar las basuras y contaminar?

La gestión del ambiente es el proceso constituido por un conjunto de acciones o medidas orientadas a diagnosticar, inventariar, restablecer, restaurar, mejorar, preservar, proteger, controlar, vigilar y aprovechar los ecosistemas, la diversidad biológica y demás recursos naturales y elementos del ambiente, en garantía del desarrollo sustentable
(Ley Orgánica del Ambiente).

Son delitos los hechos que atentan contra los recursos naturales y el ambiente
(Ley Penal del Ambiente).


Para la gestión integral de la basura, jerárquicamente se deberá reducir su generación y garantizar que su recolección, aprovechamiento y disposición final sea realizada en forma sanitaria y ambientalmente segura
(Ley de gestión integral de la basura)

Las inundaciones Reemplaza la sequía
en las provincias de Downstream de Yangtze River
Por falta de legislación no es que Venezuela hoy acusa tan tristes índices de deterioro estético de sus pueblos y ciudades, de degradación de sus ecosistemas y biodiversidad y de merma de la salud pública. Pero lo que sí parece definitivamente cierto es la gestión inadecuada en los sectores ordenación territorial, ambiente y saneamiento. Cosas se hacen, ¿cómo negarlo?, pero resultan inapropiadas las campañas comunicacionales en educación ciudadana, ambiental o sanitaria. Carecemos de políticas públicas, rige la dispersión de esfuerzos y recursos, la formación de recurso humano no se corresponde con las problemáticas clave de nuestra sociedad y sus comunidades.
Reciclar, lo que es reciclar, es apenas incipiente en el país. No parece recuperarse en promedio ni siquiera el cinco por cien (5%) de los residuos y desechos sólidos generados en las diferentes actividades sociales y productivas. Todo lo que se tira y recoge, prácticamente, es destinado al enterramiento en botaderos ilegales a cielo abierto, vertederos y rellenos sanitarios. Plantas de reciclaje industrial, centros de acopios y de clasificación de residuos aprovechables, un mercado sostenible para materiales reciclables y reciclados son aspectos clave aún desconocidos y obviados por los venezolanos. La lógica de las 3Rs: Reducir, Reutilizar, Reciclar, la que mejor se expresa como Tres reciclar dos reusar uno reducir, todavía es poco comprendida entre nosotros en el país.
Veinte y más propuestas en la literatura técnica para mejorar el reciclaje y, en consecuencia, proteger el ambiente. Establecer planes institucionales de gestión de residuos; Realizar campañas de concienciación y educación; Optimizar el proceso de selección de las plantas de clasificación; Mejorar la calidad de la recogida; Invertir en I+D+i; Introducir otros sistemas complementarios de gestión de RSU; Crear un órgano independiente oficial de control; Denunciar las irregularidades; Aumentar los controles contra las prácticas ilegales; Mejorar del marco legislativo general; Prevención del impacto negativo de los residuos; Establecer incentivos que ayuden a reducir los residuos en la fuente; Concienciar a todos los sectores sobre los beneficios de reducir la generación; Lograr que los entes gubernamentales implanten la política pública de reducción de los residuos y que provean los recursos necesarios para el progreso de sus programas; Educar y concienciar a los ciudadanos a través de los medios de comunicación sobre el manejo de los materiales reciclables y residuos sólidos en el país; Incorporar el tema de los residuos sólidos en el currículo escolar; Promover la compra de productos fabricados con materiales reciclados.
Además: Fortalecer la capacidad de los municipios para prestar los servicios de recolección, transferencia, transportación y disposición final de los residuos municipales; Estimular el establecimiento de nuevas empresas de reciclaje (privadas, de autogestión comunitaria, entre otras) y expansión de las existentes, con énfasis en la manufactura; Promover un mercado sostenible para materiales reciclables y reciclados; Promocionar la industria del reciclaje y los incentivos contributivos que aplican a ésta; Desarrollar parques industriales dedicados al procesamiento y manufactura de materiales recuperados; Propiciar el aumento en la demanda por la compra de artículos manufacturados con material reciclable; Hacer evidente la costo-efectividad de los programas y proyectos de reciclaje en términos del costo evitado por disposición en los vertederos del país, la salud y el medio ambiente; Proveer educación sobre el manejo de los residuos sólidos para asegurar una participación ciudadana efectiva; Desalentar la proliferación de vertederos clandestinos para reducir la cantidad y toxicidad ocasionada por éstos.
Enterrar la basura una mala práctica de más de setenta años de atraso. La gestión inadecuada y el manejo inapropiado de los residuos y desechos sólidos municipales son reconocidos hoy como uno de los problemas socioeconómicos más grave que tiene el país. La contaminación y degradación por basuras. Lo es así por sus impactos negativos en el medio ambiente, la estética pública urbana, la salud humana y sobre las personas en general.
Simplemente recogemos las basuras generadas sin ninguna modalidad de separación selectiva en origen, sin recolección diferenciada y, en su mayor parte, obviando el valor material y energético que puedan tener, las destinamos a los botaderos ilegales a cielo abierto o a los vertederos o rellenos sanitarios, sin conciencia de los riesgos sanitarios y ambientales asociados.
Reducir los despilfarros (residuos, emisiones y vertidos) y los derroches (objetos, materiales, materias y energía) debe ser el centro de la estrategia de educación ambiental ciudadana. Reducir el flujo de desperdicios hacia vertederos y rellenos sanitarios, y reducir los impactos negativos de las actividades humanas, puede ser el factor de generación de cambios favorecedores del deseable desarrollo sostenible.
Es indispensable ser más eficientes en el uso de los recursos, los primarios como los usados, que implique una mejora significativa en el uso de los llamados materiales secundarios u obtenidos de los residuos y desechos sólidos. Esto es, producir materias primas secundarias requeridas por la industria y la artesanía. Ello conllevaría la creación de fuentes de empleo e ingresos, con base en el fomento de la prevención, la reutilización y el acondicionamiento de objetos, materiales y materias para el reciclaje.
Lo inteligente es valorar la gente, el ambiente, lo estético y lo sanitario.  Acertadamente se afirma desde 1992, en múltiples trabajos iniciados en la llamada Cumbre de Río o de la Tierra, que reciclar hoy no es opcional, sino que es una obligación social, ambiental, estética y sanitaria de toda persona o colectivo.  Que lo inteligente es valorar la gente, el ambiente, lo estético y lo sanitario del espacio donde habita y trabaja.  Al reaprovechar los residuos sólidos municipales podemos utilizar los beneficios económicos generados para fortalecer la responsabilidad social en provecho de las comunidades humanas en situación de riesgo y vulnerables, orientada a lograr una mejor calidad de vida y superior bienestar general de la población.

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Colaboración para diario La Voz domingo 19 de mayo 2013
HERNÁN PAPATERRA    hpapaterra@yahoo.com             

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