Eccema de manos, el mal de muchos trabajadores

Trabajos con riesgo Silvia R. Taberné | Madrid Actualizado viernes 21/12/2012 

Peinando a una clienta. | El Mundo

Tintes, detergentes, jabones, metales, resinas... Productos con los que todos estamos familiarizados posiblemente se hayan vuelto alguna vez en nuestra contra al afectar a la piel de nuestras manos en forma de sequedad, picor intenso, enrojecimiento, quizás pequeñas grietas y, en casos más graves, con la formación de pequeñas vesículas de agua. Un problema a los que pueden estar más expuestos aquellos que tienen que trabajar con estos elementos potencialmente irritantes y, algunas veces, alérgicos.

Todos estos problemas dermatológicos se conocen bajo el nombre de eccema en manos y dependiendo de cómo sean, los especialistas los suelen clasificar principalmente en dos grandes grupos: los irritativos y los alérgicos, aunque pueden existir otros de etiología distinta.

Precisamente a estos molestos problemas de piel y a cómo poder combatirlos les dedica un artículo el doctor Pieter- Jan Coenraads, del departamento de Dermatología de la Universidad de Groningen (Países Bajos) en el 'New England Journal of Medicine'.

La irritación, ese problema común

Aunque es complicado conocer cifras exactas, se habla de que un 15% de la población adulta sufre de eccemas de manos, y "entre un 20% a un 30% de los trabajadores ha padecido o padecen estos problemas a consecuencia de las sustancias que maneja en su trabajo, aunque normalmente suele ser un problema de irritación, y menos frecuentemente alérgico", explica a ELMUNDO.es el doctor Luis Conde-Salazar, jefe del servicio de Dermatología Laboral del Instituto de Salud Carlos III de Madrid.

Y cuando hablamos de irritación, los especialistas se refieren a esas manos secas, tirantes, enrojecidas y de aspecto escamoso que, pasados unos días lejos del contacto de las sustancias que lo han provocado, se recuperan sin problemas.

"Esta situación se puede dar por sustancias con capacidad irritativa de por sí también llamados irritantes primarios, como productos ácidos, o alcalinos; en otras ocasiones son productos de uso habitual, usados en demasía o durante mucho tiempo y es lo que conocemos como irritación acumulativa, es decir, utilizar frecuentemente jabones, geles, detergentes o lavarse demasiado las manos, originan una inflamación de la piel que altera la estructura normal de la capa más superficial, lo que acaba produciendo este tipo de eccema muy común en amas de casa, trabajadoras de hostelería o servicio doméstico", señala este especialista.

Contra estos problemas, es habitual que se recomienden buenos hidratantes que mantengan la piel flexible, así como protegerse las manos con guantes que no sean de látex, ya que puede ser causa de la urticaria alérgica.

"El problema es que en muchas profesiones como en el caso de una peluquera (ya que son las mujeres las más afectadas por los eccemas), un obrero de la construcción o un metalúrgico no pueden utilizar muchas veces estas formas de protección debido a que con guantes no pueden desarrollar adecuadamente su oficio", lamenta Conde Salazar y si el problema no se resuelve a partir de una simple irritación, puede desarrollar una alergia.

Alergias, el peligro

En su artículo, el doctor Coenraads explica el caso de una paciente de 33 años aquejada de todos los síntomas básicos de los eccemas de manos, más pequeñas vesículas o ampollas. En las pruebas que este especialista la realizó, se encontró que la mujer era alérgica a algunas de las sustancias de los guantes con los que trabajaba. "Y, además, estaba en contacto diario con diferentes sustancias irritantes que, parece, le han perjudicado, como jabones con lo que se tiene que lavar las manos constantemente", explica Coenraads.

"El problema de las alergias es que es una respuesta inmunológica y los síntomas son más graves que con las irritaciones. En estos casos, a las rojeces y picores, se le unen estas vesículas de agua. En estos casos, los pacientes no pueden entrar en contacto con estas sustancias, incluso alejándose, tarda bastante en desaparecer los síntomas", comenta el doctor Conde Salazar.

Como ejemplos de estos problemas, este especialista habla de sustancias como la parafenilendiamina, un componente utilizado en los tintes de pelo, pero también en los de ropa, con el que se consigue el color negro. "Las peluqueras especialmente tienen un gran peligro con esta sustancia. Cuando se es alérgico a ellas la vida laboral se acorta muchísimo, ya que la enfermedad puede convertirse en crónica si sigues en contacto con esa sustancia y las manos ya están afectadas. La única solución es dejar de trabajar y tramitar una incapacidad para el trabajo, con todo los problemas sociales y económicos que origina", indica Conde Salazar. "Otro ejemplo es el de los obreros y la alergia al cromo, el cual se encuentra en pequeñas cantidades en la mayoría de los cementos y sólo evitando el contacto con los cementos se evita que las lesiones se hagan crónicas y no desaparezcan aun con tratamiento". afirma.

Por todo ello, el doctor Conde Salazar aconseja que "en este tipo de profesiones sería recomendable hacerse exámenes de piel preingreso para evitar que personas con la piel alterada o con lesiones alérgicas trabajen con sustancias químicas que en un futuro originen lesiones que les puedan incapacitar". Pero no es el único consejo que da: "Es importante saber la composición de los elementos con los que trabajamos, seguir los protocolos de seguridad de las empresas y, cuando aparezca una afectación cutánea sea un eccema u otro tipo de dermatosis, se acuda al dermatólogo para hacer un diagnóstico e incluso pruebas alérgicas y poder valorar el problema".

Una vez diagnosticado el eccema se puede indicar "tratamientos paliativos con corticoides e incluso con los retinoides, pero lo mas efectivo que se puede hacer es evitar su contacto y cambiar de trabajo", finaliza

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http://www.elmundo.es/elmundosalud/2012/12/21/pielsana/1356090781.html