La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha hecho una llamada de atención al Gobierno de Venezuela para que respete los derechos de trabajadores y empresarios. El Comité de Aplicación de Normas del organismo difundió ayer un informe en el que "destaca con profunda preocupación las alegaciones de actos de violencia contra los líderes de los empleadores y de los sindicatos, la criminalización de sus actividades legítimas y otras restricciones de las libertades civiles necesarias para el ejercicio de los derechos de los sindicatos".
El documento fue elaborado después de que el comité escuchara los alegatos de empresarios, sindicalistas y el Gobierno de Hugo Chávez durante la última semana y fue presentado ayer en la plenaria de la Conferencia Internacional del Trabajo, que concluye mañana. Este tipo de evaluaciones sobre el cumplimiento de las normas laborales por parte de los Gobiernos se realiza cada año. En el caso de Venezuela, la organización estudió concretamente las denuncias de trabajadores y empresarios sobre violaciones a la libertad de asociación y ataques a la libre empresa y a la propiedad privada.
El Gobierno de Venezuela se defendió argumentando que algunos de los responsables de los actos de violencia ya habían sido detenidos y encarcelados, según un documento reservado difundo por France Presse. Pese a ello, el informe es particularmente duro con la gestión de Chávez y subraya "el clima de intimidación sufrido por los líderes de los empleadores". La OIT recuerda las expropiaciones de tierras y medidas contra sus propiedades y hace referencia al ataque con bombas perpetrado contra la sede de la federación de empresarios Fedecámaras en 2008, por el que no se han establecido responsabilidades. "El respeto de los derechos de los trabajadores y empleadores implica que sus organizaciones tienen que ser capaces de ejercer sus actividades en un clima ausente de miedo, amenazas y violencia, y que la última responsabilidad recae en el Gobierno", afirma.
La OIT se queja, además, de que, "año tras año", el Gobierno de Hugo Chávez ha ignorado sus recomendaciones y exigencias. Una de ellas es que modifique su legislación para adaptarla a la Convención de Libertad de Asociación y Protección del Derecho a Organizarse. A estas solicitudes, el comité agregó una más: que el Ejecutivo venezolano "no interfiera con los asuntos de las asociaciones de trabajadores y empleadores" y que establezca un espacio de diálogo tripartito con los representantes de los empleadores y de los trabajadores.
La OIT es un organismo tripartito integrado por representantes de empleadores, Gobiernos y trabajadores, que reúne a 182 Estados miembros.
MAYE PRIMERA | Caracas 19/06/2010
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