El sector de la hostelería acoge en verano a un gran número de trabajadores que, en muchas ocasiones, no son especialistas y se ponen a trabajar en condiciones que no son del todo óptimas y para las que no están preparados, ni se les forma.
12 de julio de 2015
MADRID, 12 (EUROPA PRESS)
El sector de la hostelería acoge en verano a un gran número de trabajadores que, en muchas ocasiones, no son especialistas y se ponen a trabajar en condiciones que no son del todo óptimas y para las que no están preparados, ni se les forma.
Y es que, según datos del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INHST), cada año se producen en España 35.000 accidentes con baja en este sector, de los cuales el 31 por ciento son el de servicios de alojamiento y el 69 por ciento en el de comidas y bebidas.
Sin embargo, y pese al elevado número de afectados, sólo el 52 por ciento de los locales de hostelería y restauración de España tiene un plan de prevención de riesgos laborales.
"Las grandes cadenas de restauración y hostelería sí suelen tener un plan de formación en riesgos laborales para evitar accidentes. El gran reto es concienciar a los caso 300.000 pequeños negocios de comidas y bebidas de la necesidad de velar por la seguridad de sus empleados", ha comentado el coordinador de Seguridad en el Trabajo de Prevención Fremap, Gabriel Rodríguez del Río.
En concreto, los más frecuentes son por sobreesfuerzos o posturas forzadas (30%), por golpes producidos por resbalones o caídas (27%), por cortes o pinchazos (22% de los accidentes en restauración), o por quemaduras o contacto eléctrico (8%).