Cuáles son las enfermedades que se agravarán y se propagarán por el mundo
Noticias de Quilmes - Quilmes,Buenos Aires,Argentina
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No sólo la gripe porcina se presenta como una grave amenaza para la humanidad. Enfermedades como la gripe aviar, ébola, cólera y tuberculosis, según varios especialistas, se propagarán aún más en todo el planeta como resultado de los cambios en las temperaturas y los niveles de precipitación fluvial. Y tendrán un enorme impacto tanto en la salud humana como en la naturaleza y las economías del planeta.
El pronóstico, que ya llegó a oídos de varios gobiernos del mundo, no es el resultado de una mera profecía pesimista sino una de las conclusiones principales a las que se llegó en el documento de la Sociedad para la Conservación de la Naturaleza, presentado durante el Congreso Mundial de Conservación que se celebró recientemente en Barcelona.
Para los científicos que participaron de este informe, la mejor defensa es "una buena estrategia ofensiva de monitoreo para detectar hacia dónde se propagan estos patógenos y prepararnos para mitigar su impacto".
Cuando se habla de cambio climático generalmente se piensa en el aumento del nivel del mar y el derretimiento de los glaciares. Pero igual de importante, explican los expertos, es cómo el aumento en las temperaturas del planeta y la fluctuación en los niveles de precipitación fluvial afectan la distribución de peligrosos patógenos que causan enfermedades.
"La salud de los animales está estrechamente relacionada a los ecosistemas en que viven y el medio ambiente que los rodea", afirmó el doctor Steven Sanderson, presidente de la Sociedad de Conservación de la Naturaleza. Y agregó: "cualquier alteración, incluso la más pequeña, puede tener enormes consecuencias en las enfermedades que pueden padecer y transmitir a medida que el clima cambia".
LUZ DE ALARMA
El llamado de atención de los científicos se da en un contexto preocupante: mientras el planeta se refuerza para hacerle frente a la inminente pandemia de la gripe porcina, los especialistas ya hablan de otras plagas que hicieron estragos años atrás en distintas latitudes pero que ahora, con los cambios en el clima, podrían volver y propagarse de manera mucho más amenazadora.
Para el infectólogo Emilio Tomasoni, el aumento progresivo de la temperatura a nivel planetario es un hecho inequívoco "pero no siempre se lo asocia con las patologías que puede desencadenar y que se creían erradicadas. Hay que tener en cuenta que once de los doce años que integraron el período 1995-2006 se encontraron entre los más cálidos desde 1850. La emergencia y reemergencia de enfermedades vectoriales y zoonóticas en numerosas regiones del mundo constituye un claro ejemplo de asociación entre cambio climático y efectos sobre la salud humana".
Mientras patologías como el dengue, la fiebre amarilla o el paludismo encuentran en el calentamiento global y las paupérrimas condiciones de vida un detonante, algunos especialistas sostienen sin embargo que la nueva estructura genética del virus de la Gripe A o fiebre porcina no tendría relación directa con esos factores.
De acuerdo con virólogos e infectólogos consultados, la aparición de la gripe porcina es producto de la capacidad de mutación y recombinación de la influenza, una característica singular que "le permitió sobrevivir millones de años".
Según Raúl Ruvinsky, infectólogo pediatra de la Sociedad Argentina de Pediatría, "es razonable esperar todos los años un intercambio de la combinación de antígenos (hemaglutinina y neuroaminidasa) porque el virus posee ocho segmentos que favorecen ese intercambio, pero no de la estructura genética del virus, como ocurrió con la actual gripe que está circulando".
No obstante, a la hora de hablar puntualmente de la gripe porcina los especialistas no descartan el factor climático y aclaran que el aumento de las temperaturas en todo el planeta, las nuevas formas de producción y hábitos de vida contaminan o modifican el ámbito natural de los animales, entre ellas las aves (principal reservorio del virus influenza) y, por consiguiente, se ven obligadas a mudarse de su zona, por lo que trasladan el virus a nuevos huéspedes o se ponen en contacto con distintas cepas, lo que pueda dar lugar a una mutación como la actual.
Al margen de la explicación de los expertos, hasta el momento la OMS no pudo comprobar cómo se sembró la actual mutación del virus de la gripe porcina, en qué huésped, ni en qué país exactamente se originó. La información y los datos disponibles son todavía escasos, por eso circulan diversas especulaciones y aseveraciones muy disímiles entre sí.
"Es posible que la mutación se haya generado en el hombre o en las aves silvestres. La realidad es que todavía se desconoce esta situación como el porqué atacó a gente joven sana (entre 24 y 40 años), algo no frecuente, y por qué murieron más mexicanos que en otros países donde el virus también estuvo presente", sostuvo Ruvinsky.
EFECTOS PLANETARIOS
Además del obvio impacto en la salud humana, estas enfermedades originadas en las poblaciones animales pueden causar enormes daños económicos. Por ejemplo, dicen los autores del informe presentado en Barcelona en los últimos días, se calcula que enfermedades que reemergieron desde mediados de los 1990 (como la gripe aviar) han causado pérdidas de 100 mil millones de dólares en la economía global.
Para los científicos, entonces, la mejor forma de mitigar el impacto de estas enfermedades es monitorear la salud de los animales. Con esto, dicen, se podrían detectar los cambios que ocurren a nuestro alrededor y mitigar las amenazas a la salud antes de que se conviertan en un desastre.
Por todo esto, la OMS viene pidiendo a todos los gobiernos que comiencen a prepararse tanto para la reaparición de la gripe porcina como para la de enfermedades como la tuberculosis, la gripe aviar o el cólera, ya que sus alcances, potenciados por los efectos actuales del clima, pueden multiplicar con creces los trágicos efectos de la pandemia que se cobró millones de vida en 1918
Según explican los especialistas, una temporada normal de influenza en un país puede matar, pero generalmente lo va a hacer a aquellos ya debilitados por la edad u otras enfermedades. Pero una cepa completamente nueva puede ser muchísimo más virulenta porque los sistemas inmunes de los seres humanos no lograron generar ninguna resistencia todavía.
NUEVAS AMENAZAS
En los últimos cinco años, se recordó en el encuentro realizado en Barcelona, los expertos de la OMS han detectado al menos 1.100 epidemias como cólera, poliomielitis, la gripe aviar, la fiebre amarilla y las meningitis epidémicas. Entre las nuevas amenazas citadas por el informe están el bioterrorismo y el vertido de residuos químicos tóxicos.
En uno de sus últimos informes, la OMS afirmó que debe mantenerse una estricta observación sobre nuevas amenazas, como ocurrió por ejemplo con la aparición del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) en 2003. Esa enfermedad, vale recordar, se propagó desde China a 30 países y dejó un saldo de algo más de 800 muertos.
Los especialistas en la materia explican que enfermedades infecciosas aparecen con una frecuencia de al menos una cada año desde 1970, mientras que un virus pandémico podría afectar al 25% de la humanidad.
"Sería extremadamente ingenuo y complaciente asumir que no habrá otra enfermedad como el SIDA, otro ébola u otro SRAS, tarde o temprano", alertó el informe de la OMS.
El documento agregó que, en un mundo cada vez más conectado, la única forma de frenar la propagación de enfermedades es a través de la cooperación y la total transparencia. "Ningún país, ni rico ni pobre, está suficientemente protegido frente a la llegada de una enfermedad nueva a su territorio o a las perturbaciones que ello puede causar", se destacó.
"Si emergiera un virus pandémico plenamente transmisible, no se podrá evitar la propagación de la enfermedad, que afectaría a aproximadamente al 25% de la población mundial", expresó.
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